La dirección de Pedro Sánchez demostró el lunes que quería guerra y va a ir con ella hasta sus últimas consecuencias. Lejos de amilanarse, el secretario de Organización César Luena, compareció pasadas las 19:00 horas para atrincherarse en el cargo aireando dos artículos de las normas internas: el 68 de la normativa reguladora de la Estructura General del PSOE, y el 36)o de los Estatutos del partido. Con ambos, Luena dio su particular visión de las normas del PSOE para asegurar que "la Ejecutiva no está disuelta" y que, en estas circunstancias excepcionales, quien debe decidir es un nuevo Comité Federal que, a su vez, debe convocar un Congreso Extraordinario.
A su juicio, ésta es la única vía por la que se puede resolver esta actual situación "sin precedentes", con el nuevo parapeto en las bases, la militancia del partido, a la que Luena ha agradecido "su aguante y su esfuerzo" ante la situación actual. "En estos momentos inéditos, pido serenidad a la militancia y deseo agradecer su comportamiento ejemplar".
A preguntas de los periodistas, cargó dura y veladamente contra los dirigentes críticos por negarle voz a las bases de la formación y dijo "defender siempre la democracia interna y los derechos de los militantes" y añadió que "quienes temen que los militantes hablen no pueden dirigir el PSOE. En el PSOE se tiene que tener el respaldo de los militantes. No caben artimañas ni golpes ni atajos. Hay que escuchar a los militantes y contar con su refrendo".
Luena también informó de que la dirección ha convocado una reunión extraordinaria de la Ejecutiva Federal del PSOE para este jueves a las 10:30 horas con el objetivo de cambiar el orden del día previsto para este sábado. La duda jurídica que enarbolan los críticos en conversación con Libertad Digital, es que "no puede hacerlo porque va contra el artículo siete de la normativa sobre la Ejecutiva", que establece que ésta no puede reunirse si no existe quórum; esto es: si no está presente la mitad más uno de sus miembros.
Fuentes de la dirección federal aseguran también a este diario que "este artículo no es aplicable" porque la Ejecutiva "está en funciones, aunque limitadas". La única diferencia, a juicio de Ferraz, es que ahora "en lugar de tener 35 miembros, tiene 18". Un auténtico "choque de trenes, una guerra civil", así lo definen los críticos a este diario que asisten desolados a un "proceso de descomposición del PSOE que no va a acabar aquí".
Dos precedentes
Existen dos precedentes en el pasado reciente y ninguno de los dos es válido. El primero fue hace tan sólo dos años, en 2014 en Castilla y León. La llamada vía 'Óscar López' tras el escándalo de Ponferrada que motivó la dimisión de la mitad más uno de los miembros de la Ejecutiva autonómica, lo cual derivó en la constitución automática de una gestora. No vale para Ferraz porque "los Estatutos sí recogen esta posibilidad en las agrupaciones territoriales y autonómicas, pero no a nivel federal".
El segundo antecedente es en el año 2000 tras las convulsas primarias entre Almunia y Borrel, se conformó una comisión gestora con Manuel Chaves al frente. Tampoco es válida porque, según el equipo de Pedro Sánchez, "fue un acuerdo entre los dos sectores del partido, pero no atendía a ninguna orden reglamentaria".
Guerra de convocatorias
Con dos estructuras paralelas, este jueves se vislumbrará en Ferraz un choque de legitimidades entre los dos grupos que entienden dirigen ahora el partido. Así las cosas, el 'remanente' de la Ejecutiva de Sánchez, los dieciocho miembros restantes, se reunirán en Ferraz para convocar un nuevo orden del día en el Comité Federal del sábado, cuya convocatoria se mantiene. En paralelo, los críticos creen que las riendas las tiene ahora el máximo órgano entre Congresos.
Un Comité Federal cuya presidencia ostenta la susanista, Verónica Pérez, secretaria general del PSOE de Sevilla. Es ella, según los críticos, quien debe convocar y "va a convocar" a la Comisión de Garantías entre quienes se sitúa Tomás Gómez y cuyo juego de mayorías es tres frente a dos a favor de los críticos. Sin embargo, la presidencia la ostenta una pedrista que podría negarse a convocar al órgano.
Órdago tras órdago
El enésimo golpe encima de la mesa de Ferraz se produjo después del golpe de timón de los críticos del PSOE, tal y como adelantó este miércoles Libertad Digital. Cumpliendo su amenaza de "no llegar al sábado" con Pedro Sánchez como secretario general del partido, intentaron perpetrar la ejecución política de su jefe de filas. Diecisiete críticos firmaron un documento remitido a Ferraz 70, a la secretaría de Organización del PSOE que ocupa César Luena, con sus cartas de renuncia para forzar una comisión gestora al frente del Partido Socialista.
El encargado de entregar el documento con las diecisiete firmas fue el secretario de Política Federal, Antonio Pradas, acompañado por la socialista crítica madrileña, Eva Matarín, afín a Tomás Gómez. Según fuentes socialistas a Libertad Digital, el primer litigio en el interior de la sede socialista se produjo al negarse Luena a aceptar el documento por un defecto de forma.
El problema, según las fuentes consultadas, no es otro que la presentación de un documento con los nombres y DNI de los 17 dimisionarios pero en el que faltan algunas de las firmas. De ser así, el documento "no sería válido" según Ferraz. Y, por lo tanto, la Ejecutiva no caería hasta que no se registren todas las firmas y cartas de renuncia de los salientes que dejarían vacantes sus puestos.
Dudas jurídicas que tendría que resolver la Comisión Federal de Garantías del PSOE pero que podrían subsanarse en las próximas horas, según fuentes del sector crítico. La fórmula elegida sería formalizar las firmas antes del viernes y celebrar el Comité Federal el sábado con un cambio en el orden del día. Los Estatutos del PSOE exigen un 20 por ciento de peticiones de los presentes para formalizar el cambio urgente del orden del día.
De ser así, y siempre según los críticos, quien debería tomar las riendas del partido el sábado sería la presidenta de la Mesa del Comité Federal que no es otra que "la hermana política de Susana Díaz", Verónica Pérez, que constituiría automáticamente una comisión gestora, con la Ejecutiva disuelta. Se habla de que el presidente y barón asturiano, Javier Fernández, muy afín a la baronesa socialista, podría presidir la gestora.
Los dimisionarios
Esta es la lista de los 17 dimisionarios a la que ha tenido acceso este diario:
- Micaela Navarro, presidenta del PSOE.
- Antonio Pradas, secretario de Política Federal.
- Ximo Puig, secretario de Reformas Democráticas
- María José Sánchez Rubio, secretaria de Sanidad.
- Luz Rodríguez, secretaria de Empleo
- Carmen Chacón, secretaria de Relaciones Internacionales.
- Estefanía Martín Palop, secretaria de Formación.
- José Miguel Pérez, secretario de Educación.
- Noemí Cruz, secretaria de Cooperación para el Desarrollo.
- Manuela Galiano, secretaria de Pequeños Municipios.
- Eva Matarín, secretaria de Inmigración.
- Tomás Gómez Franco, vocal.
- Emiliano García-Page, vocal.
- Carlos Pérez, vocal.
- María Ascensión Murillo, vocal.
- Francisco Pizarro, vocal.
- Juan Pablo Durán, vocal.
Ferraz ha eliminado de la página web del partido a los 17 miembros de la Ejecutiva del PSOE que han dimitidopara tratar de forzar el cese de Pedro Sánchez. La página de internet del PSOE muestra, en el apartado de la Comisión Ejecutiva Federal, a los 18 miembros que no han renunciado a su puesto, con Sánchez a la cabeza, quien sigue apareciendo como líder del partido. A su lado, se ve la foto del secretario de Organización, César Luena, y la del resto de responsables de área y vocales que permanecen en su cargo.
La portada de la web exhibe una foto de Sánchez, con rostro serio, junto a una cita suya: "Celebremos el congreso para que el PSOE tenga una única voz". En el interior de la página de internet también se puede leer la declaración que Luena leyó ayer, miércoles, como reacción al golpe perpetrado por los críticos para tratar de destituir a Sánchez.