Consignas y tono de campaña en vísperas de la sesión de investidura, que dará inicio el próximo martes a las cuatro de la tarde en el Congreso. Mariano Rajoy fue durísimo con el Partido Socialista, al que acusó de jugar con "los intereses" y "la vida" de los españoles. "Si el PSOE vota no, estaremos en una situación similar a la del año pasado y habrá elecciones en diciembre", avisó a la opinión pública, no descartando en ningún momento esa posibilidad.
En la práctica, Rajoy dio prácticamente por descontado que fracasará en la votación de investidura de la próxima semana. "El ‘no es no’ se está convirtiendo en una pandemia", admitió su equipo, incluyendo en el saco al Partido Nacionalista Vasco. En este sentido, el líder del PP agradeció a Ciudadanos y Coalición Canaria su esfuerzo por un pacto "que espero que podamos cerrar muy pronto", pero enfatizó que de nada habrá servido si Pedro Sánchez sigue sin moverse.
"Con ese acuerdo no es suficiente. Tendríamos 170 votos, nos faltan para la mayoría", resumió el jefe del Ejecutivo en funciones. Antes, un vehemente Alberto Núñez Feijóo ya le había ayudado en su intento de provocar un movimiento en contra de Sánchez dentro del propio PSOE. Primero, calificó de "cachondeo" la situación y, a renglón seguida, pidió al actual secretario general de los socialistas que escuche a sus históricos. En especial, a Felipe González. "Puede rectificar por el bien de España, del PSOE y de su propia biografía política", le dijo.
Tres llamadas a Ferraz "sin éxito"
Sea como fuere, Rajoy se mostró bastante pesimista ante la posibilidad de cambios en el PSOE, al menos antes de las vascas y gallegas. La conformación de Gobierno es hoy "más un deseo que un hecho", reconoció a las claras, tras largos días sin ninguna interlocución con Sánchez, con quien en teoría podría despachar el lunes, tras el acuerdo con Albert Rivera. En privado, la opinión del círculo próximo del presidente sobre el líder socialista no puede ser peor. "Veremos qué pasa tras el 25S, pero de momento no hay ningún movimiento. Cerrazón total", reconocen en privado. Esta semana, Moncloa llamó a Ferraz hasta en tres ocasiones "sin éxito", según fuentes gubernamentales.
Así las cosas, a tres días de subir al atril de la Cámara Baja para defender su proyecto de Gobierno, Rajoy atisbó "dudas razonables" sobre otras elecciones, que en teoría se celebrarían el día de Navidad. "Es el momento de apelar a la responsabilidad del PSOE, que ha gobernado España muchas veces (…) Sería una enorme irresponsabilidad que aquellos que tienen 52 escaños menos que los que han ganado, cosa que se dice pronto, volviera a bloquear la constitución de un gobierno en España", argumentó, sacando a colación una vez más la cuestión económica.
A ojos de Rajoy, hay avisos "tanto dentro como fuera de España" de que no se ha de prolongar la situación de interinidad. "Las cosas van bien pero pueden dejar de ir bien", destacó. Ya en el último Comité Ejecutivo del PP, a puerta cerrada, alertó de que las cosas en la UE no van bien y el crecimiento económico puede sufrir un frenazo. Y, utilizando este gancho, siguió en el ataque al PSOE: "Sería tremendo que la irresponsabilidad de algunos nos devolviera otra vez a la situación de crisis. Sería muy negativo repetir elecciones y seguir con el Gobierno en funciones. Jamás ha ocurrido en Europa", razonó.
Como es tradición, el líder popular inició el curso político en su tierra, en la provincia de Pontevedra. Si bien, tuvo que buscar un escenario distinto al castillo de Sotomayor ante los impedimentos de la Diputación Provincial, presidida por el PSOE. El acto se celebró en Cotobade, donde Rajoy y Feijóo se cruzaron todo tipo de elogios. El presidente en funciones se refirió largo rato a los comicios gallegos, que se celebrarán el 25S y que afectan -y mucho- al devenir nacional: "Aquí hay dos modelos. Uno que lidera Alberto, que es el muy bueno" y "otro muy malo entre socialistas y nacionalistas, que es inestable, radical y extremista".