Mariano Rajoy se topó con un muro infranqueable. La cúpula del PP ya lo preveía, y el presidente en funciones no encontró ningún resquicio de entendimiento con Pedro Sánchez. Durante los 55 minutos de despacho, a todos sus planteamientos, siempre recibió una respuesta negativa de su interlocutor. “Si el señor Sánchez se mantiene en el ‘no’, volveremos a repetir las elecciones”, declaró al término del encuentro, que se volvió a celebrar en el Congreso. “No ha sido receptivo. No solo se ha negado a un acuerdo, si no también a intentarlo”, resumió a las claras.
Sin la abstención del PSOE, Rajoy no ve margen alguno de maniobra, y dejó una vez más en el aire que se vaya a someter a la sesión de investidura. En la cita, Sánchez le preguntó hasta en dos ocasiones si finalmente dará ese paso, pero rehusó contestar. También mantuvo la incógnita ante los medios de comunicación. “Lo urgente ahora es formar gobierno y eso todo el mundo lo comparte. Para eso el Rey me hizo un encargo. Lo urgente no es hacer un debate, es hacer un Gobierno y que nadie bloquee esa posibilidad”, afirmó. “Hoy se mantiene el bloqueo y eso nos lleva a elecciones”, advirtió en varias ocasiones.
En opinión del jefe del Ejecutivo, es “de sentido común” que únicamente vaya al Congreso de los Diputados si tiene los votos necesarios, y para ello es cardinal que Sánchez se acabe moviendo. “La investidura es para formar gobierno y yo tengo la sensación de que Sánchez la reclama para que no lo haya”, se quejó. En este sentido, tampoco aclaró cuándo se reunirá con Ana Pastor para cerrar la fecha de la investidura, si es que finalmente ese encuentro se lleva a cabo. El miércoles, volverá a verse con Don Felipe en Zarzuela, pero se trata de su despacho ordinario, que celebran todas las semanas.
Nuevas ofertas de Rajoy
Para intentar el desbloqueo, Rajoy puso de su parte y cambió de actitud con respecto a su último encuentro. Ya no solo le ofreció un acuerdo en base a su programa de gobierno, que según el PP ni tan siquiera se leyó. Le aseguró que podían negociar a partir de las 125 medidas coincidentes con el acuerdo alcanzado con Ciudadanos tras el 20D o, incluso, de la resolución del Comité Federal de los socialistas. Según su versión, le llegó a proponer cuatro grupos de trabajo; en concreto sobre cuestiones institucionales, el modelo de financiación, la educación y la ciencia y la política social. Es lo que denominó una “agenda reformista” para toda la legislatura.
El jefe del Ejecutivo no le entregó finalmente ningún papel ya que, según su entorno, Sánchez mostró desde el principio su negativa a ahondar en la negociación. Solo dejó la puerta abierta a seguir dialogando siempre que quiera y a contar con el PSOE para las cuestiones de Estado, en caso de que finalmente logre alcanzar un Ejecutivo. Así las cosas, “la única alternativa sería la repetición de elecciones salvo que Sánchez tenga en mente alguna cosa que yo desconozco”, en palabras del propio Rajoy.
Presión sobre Rivera
Fracasado el segundo intento con Sánchez, todo el PP puso el foco en Albert Rivera. Si Ciudadanos pasa de la abstención al voto afirmativo, en Génova consideran que el PSOE quedaría entre la espada y la pared, y la negociación entraría en una nueva fase. Así se lo dirá el propio Rajoy a Rivera en su encuentro de este miércoles a las 9:30 de la mañana. “No hay muchas dificultades para que podamos llegar a un entendimiento”, aseguró el presidente en funciones en su comparecencia, pese a que el partido naranja haya pedido su cabeza antes de una implicación mayor. “El programa y la forma de ver el mundo no están muy distantes (…) son muchísimas más las cosas que nos unen de las que nos pueden separar”, arguyó una vez más. Y sugirió que se alegra de que pueda ayudar el hecho de que, finalmente y pese a lo acordado, Convergencia no tenga grupo propio en el Congreso.
Tras PSOE y Ciudadanos, Rajoy abrirá el abanico y se verá con más fuerzas políticas, pero una y otra vez quiso enfatizar que nada servirá en caso de que Sánchez se mantenga instalado en el “no”. “Sería una locura, un disparate, unas terceras elecciones. Es necesario y posible el acuerdo”, no se cansó de reiterarlo. Por eso, instó al líder socialista a que se deje de “derechas e izquierdas” para buscar el consenso entre quienes defiende la Constitución y el acervo comunitario. Le preguntaron si teme que Sánchez esté barruntando la opción de un Frente Popular. “Con absoluta franqueza, los números dan para mucho, pero un gobierno de PSOE, Podemos, Convergencia y ERC no me parece lo mejor ni para España ni para el PSOE”, se despidió.