Ahora se ha caído del guindo. Dolors Miquel, la poetisa que leyó su poema Mare Nostra como pieza de animación de la entrega de los premios culturales del Ayuntamiento de Barcelona, denuncia a través de su cuenta en Facebook que la organización le impuso el poema a declamar, que se ha dado cuenta de que fue "una especie de simpática y agradable imposición de quienes llevaban el asunto de los premios de Colau. Caí como una burra", expresa Dolors Miquel, meses después del suceso.
El presidente del grupo municipal del PP en Barcelona, Alberto Fernández, se levantó en medio de la "interpretación" y abandonó el Salón de Ciento de la Casa Consistorial de la capital de Cataluña nada más escuchar los primeros versos. El follón derivado fue mayúsculo y Xavier Trias, el exalcalde convergente que dormitaba durante la gala, afirmó días después que el poema era inadecuado.
Tras la escandalera, la alcaldesa Ada Colau reconoció que tal vez había sido inoportuno introducir la poesía de Dolors Miquel en el festejo. Ese reconocimiento es lo que le duele a Dolors Miquel, que afirma que los organizadores "no calcularon el follón y desaparecieron rápidamente". Y añade: "Después, la propia Colau me llegó a vender saliendo en defensa del facha", en alusión al popular Alberto Fernández.
La autora insiste en que el gesto de Colau se produjo "cuando ya nadie estaba atento a los hechos", lo que le lleva a concluir que fue una víctima del aparato propagandístico de la alcaldesa.