Mariano Rajoy se pone como meta "romper" la barrera del 30% de los votos. Un objetivo muy alejado de su histórica mayoría absoluta de 2011 pero que, según los suyos, le permitirá enfrentarse con fuerzas a la ardua negociación con el resto de partidos que dará inicio tras el 26J. "La tendencia es positiva, aunque vamos subiendo muy poquito. Hay que mejorar en campaña", en palabras de uno de los estrategas más próximos al presidente.
La línea roja la dibujó este lunes Jorge Moragas, tras el empacho de encuestas públicas e internas de los últimos días. El PP cree que es factible superar el 30%, aunque en privado muestran cautela y confiesan que no mejoran tanto como algunos habían presagiado. "La volatilidad es enorme", repiten, no sin dedicar horas y horas a analizar qué pasará finalmente "con los restos", que son aquellos escaños que dependerán de un puñado de votos. Cabe recordar que los estrategas de Rajoy ya se equivocaron en la anterior campaña, hasta el punto de que unos meses antes del 20D se trabajaba con el escenario de los 150 escaños.
Sea como fuere, la meta electoral parece clara, y también la estrategia para conseguir ese 30% de los votos. El mensaje de aquí a la cita con las urnas seguirá siendo muy claro: el PP o el caos. "La España moderada" frente "a la España radical y extremista", como simplificó Moragas este lunes. "Algunas fuerzas pretenden arrasar con todo", alertó el director de la campaña de Rajoy, para quién la única alternativa al PP es ver a Pablo Iglesias en el palacio de la Moncloa.
Pese a la amonestación de José María Aznar -que no pedirá el voto por Rajoy- y los miedos de un sector del partido de que se esté "alimentado a la bestia" -en relación a Podemos-, el PP seguirá polarizando la campaña. Pero, también, le dedicará de vez en cuando algunos dardos a Ciudadanos. Este lunes, Moragas contestó con dureza a Albert Rivera, que poco antes había tachado a Rajoy de "podemita" por sus compromisos electorales. "Ha debido ser un chiste o un desliz" porque "fue Rivera el que se sentó con Podemos para intentar llegar a un acuerdo", contestó en un primer momento.
En ocasiones, es llamativo comprobar como, en privado, los cargos del PP son bastante más beligerantes con Ciudadanos que con el partido morado. Aunque, en todo caso, Moragas no se anduvo con contemplaciones a micrófono encendido. "Yo creo que ha tenido un mal día el señor Rivera. Acusar de podemita a Rajoy por bajar los impuestos es tan falso como los Reyes Magos de Carmena", destacó. En otro momento de su intervención, calificó sus declaraciones de "histriónicas", al tiempo que le calificó de "bronco" por su reciente rifirrafe televisivo con Pablo Iglesias en La Sexta.
En Génova, lo que más molesta de Rivera es el veto a Rajoy, aunque esperan que tras el 26J cambie de postura. "Esa reivindicación no tendrá sentido el día después de las elecciones y él se dará cuenta con el tiempo", contestó Moragas, no sin rescatar su promesa de que iba a dejar gobernar a la fuerza más votada. "Si Rajoy gana y mejora los resultados de diciembre, ¿con qué legitimidad le va a pedir Rivera que se marche?", según el entorno más próximo del candidato popular, que rechaza que esté barruntando dar un paso atrás.
"Nunca se lo ha planteado", zanjó Moragas, que presentó una campaña "en positivo", nuevo vídeo incluido, a fin de acabar con las líneas rojas imperantes los últimos meses. "A favor", como reza su eslogan, y no se cansó de machacar en la rueda de prensa. "A favor del empleo, del crecimiento económico, de bajar los impuestos, de la estabilidad política y económica…", fue relatando el hombre clave de Rajoy, que como "sorpresa" final hizo sonar la nueva versión "merengue" del himno del partido, que provocó las risas de los periodistas y mucho revuelo en las redes sociales.