Mariano Rajoy no quiere dar un paso atrás, y así lo reiteró tras sus vacaciones de Semana Santa. "Me siento con ganas y con fuerza, y tener experiencia no es algo negativo; al contrario, creo que es bastante positivo", se defendió en una entrevista en Onda Cero. En este sentido, varios interlocutores directos avisaron de que está más convencido que nunca de que ha de continuar. "Si tuviera que apostar, firmaría ahora mismo que será el candidato en caso de nuevas elecciones", en palabras de un barón territorial.
Este contexto, Mario Vargas Llosa consiguió lo que parecía imposible y logró reunir en la misma sala a Rajoy y a José María Aznar, que no se veían desde el ya histórico Comité Ejecutivo del 21 de diciembre, un día después de las generales. Entonces, la dirección nacional arrinconó a su presidente de honor y éste pidió un congreso extraordinario que, en principio, no se celebrará hasta que se aclare la situación política del país. Antes, todos los barones, en un gesto calculado, arroparon a Rajoy entre multitud de elogios. Aznar salió entonces de Génova13 muy enfadado, y volvió a su tradicional silencio. Hasta este martes.
Delante de Rajoy, que estaba sentado en primera fila, el expresidente recomendó "nuevos liderazgos capaces de ejercer una tracción social, moral y política a la altura de los desafíos" que tienen por delante. No citó en concreto a su sucesor al frente del PP, pero todos entendieron que le estaba lanzando su enésimo mensaje envenenado. "Mientras me sienta útil, seguiré recabando el apoyo de mi partido", precisó el líder del PP sólo unas horas antes, no sin sacar pecho de renovación con "los Maroto, los Casado y Eva -Andrea- Levy". Fuentes consultadas de su entorno no dieron más importancia al recado de Aznar, cuyo diagnóstico se da "por descontado" en las filas populares.
El PP sigue escuchando con atención a Aznar, pero ya no se sobresalta y menos aún acata sus directrices. En este sentido, en conversación informal, varios barones y altos cargos se reafirmaron en que no habrá cambios en caso de nuevos comicios, y Rajoy volverá a ser el candidato. "No digo que sea lo mejor para el PP, digo que es lo que va a ocurrir en caso de que él no decida retirarse, y no parece que esté muy por la labor", según un líder regional. Todos los que despachan con él coinciden en que está tranquilo y con fuerzas, haciendo gala de su parsimonia habitual. Aún más, creen que la Semana Santa le ha servido para regresar con las pilas cargadas.
El futuro político de Feijóo
Rajoy quiere que todo siga como hasta ahora, y eso también implica a Alberto Núñez Feijóo. En las últimas semanas, llegaron a la sede nacional noticias alarmantes de que el barón autonómico, sin duda uno de los más importantes del PP, está pensando en dar el salto a la actividad privada. El presidente nacional le mandó un recado este martes: "Lo único que espero es que tome una buena decisión para él y para su partido", dijo en dos ocasiones. Al término del Comité de Dirección, Pablo Casado hizo de coro: "Es uno de los mejores y lo queremos tener mucho tiempo con nosotros", sostuvo. "Es un activo muy importante para el PP y, sobre todo, es un activo muy importante para los gallegos", reiteró una vez más.
Según fuentes de la dirección nacional, la marcha de Feijóo, que desvelará su decisión este sábado, sería catastrófica. Electoralmente, haría desvanecer las posibilidades de que el PP siga al frente de la Xunta, que según las últimas encuestas sólo mantendrá con el respaldo de Ciudadanos. Pero es que, además, afectaría a la estabilidad del partido a nivel nacional, algo que Rajoy considera sagrado en estos momentos. Por todo ello, la mayoría, también del PP gallego, espera que acabe sometiéndose a los deseos del líder.
Así las cosas, el PP no prevé cambios bruscos de puertas para adentro, y Rajoy dio a entender que tampoco tiene prisa por despachar con Pedro Sánchez. "No tiene mucho sentido que me dirija al señor Sánchez cuando tiene una reunión con Podemos. Si lo que pretende es formar un gobierno con Podemos, me parece que ahí el Partido Popular no pinta nada", destacó en Onda Cero. Después, Casado azuzó el miedo de que finalmente el líder socialista llegue a un acuerdo de gobierno con Pablo Iglesias. "La cabra tira al monte" y "la izquierda siempre acaba aliándose contra los gobiernos de centro-derecha", alertó en rueda de prensa. Si bien, Rajoy sigue considerando que tal extremo no acabará produciéndose, y se abrirán otra vez las urnas.