De momento, Rita Barberá sigue contando con el respaldo de Mariano Rajoy. "No está acusada de nada ni ha sido llamada a declarar. No puedo decir nada distinto de que está absolutamente limpia", arguyó el presidente en funciones en Telecinco. Misma respuesta dio sobre el diputado Gerardo Camps, que también está siendo investigado. "Pido un poco de mesura", contestó.
Rajoy quiso transmitir contundencia contra la corrupción. "El PP ha sido y seguirá siendo implacable", afirmó, en relación a la suspensión de militancia de las personas detenidas el martes, entre las que destacan el histórico Alfonso Rus. Si bien, tal y como avanzó este diario, en el partido preocupa especialmente el caso de Barberá, hasta mayo la poderosa alcaldesa de Valencia y amiga personal del presidente. "No me consta que haya sido acusada de algo", insistió Rajoy ante las preguntas de Ana Rosa Quintana.
La tensión interna ha ido a más con el paso de las horas. El PP valenciano, que preside Isabel Bonig, se lava las manos. "En el caso de los senadores y los diputados nacionales, el competente es el Comité de Derechos y Garantías nacional", exponen. Esto es, Rajoy es el que ha de actuar, llegado el caso. "Barberá está tranquilamente en su casa", incidió un portavoz autorizado el martes.
En este contexto, el líder de la formación aseguró no le temblará el pulso si finalmente la Justicia actúa contra Barberá y Camps, pero precisó que "no sabemos" porque "hay decretado secreto de sumario". "Cualquier persona involucrada -en casos de corrupción- será apartada (…) no se hacen distingos", afirmó una vez más. Y de ahí que rechazara que el caso Imelsa pudiera afectar a la negociación que está manteniendo con Ciudadanos, y que el lunes tuvo un nuevo capítulo con la conversación que mantuvo con Albert Rivera.
Pacto en ayuntamientos y comunidades
En Telecinco, el presidente en funciones también desveló que llamó recientemente a Pedro Sánchez para intentar buscar un acuerdo, pero que el líder socialista declinó verse con él. "No ha querido reunirse conmigo", admitió, tras recordar que tras el 20D le citó en la Moncloa y la entrevista duró "cinco minutos". "Él prefiere llegar al entendimiento con Pablo Iglesias, y tengo que respetarlo", aseveró en otro momento de su intervención. Pese a ello, le ofreció ampliar su pacto a los ayuntamientos y comunidades donde el PSOE está en el poder gracias a Podemos y sus ramificaciones, y reiteró que está dispuesto a hablar prácticamente de todo.
Si no hay gran coalición y el PSOE no logra pactar con Podemos, Rajoy enfatizó que la tercera opción es abrir las urnas, previsiblemente en mayo. Y, de nuevo, aseguró que volverá a presentarse. "Desde luego, le voy a decir a mi partido que quiero ser el candidato", zanjó. "Si perseveramos en las políticas de estos años, podemos crear dos millones de puestos de trabajo en los próximos cuatro años", argumentó.
En todo caso, la corrupción fue la gran protagonista durante la hora que duró la entrevista. Rajoy replicó en varias ocasiones que "no" sabe si el PP está siendo investigado en el caso del borrado de los ordenadores de Luis Bárcenas. "La figura de la imputación no existe -tras la reforma de la ley de enjuiciamiento criminal- (…) No lo sé porque no he visto el auto, no le puedo decir exactamente", fue una de sus respuestas. En todo caso, defendió el proceder del PP en el caso: "Es lo que se hace en las empresas cuando alguien se va. Cuando entra otra persona, se borra el ordenador".