Se van quemando etapas y superando obstáculos de cara a que Pedro Sánchez consiga ganar la baza a la que ha jugado toda sus cartas: la presidencia del Gobierno. La fractura materializada ayer en Podemos, tras la escisión de los diputados de Compromís en la constitución del grupo, y la marcha atrás de Pablo Iglesias al presentar sus cuatro grupos parlamentarias fue la primera batalla ganada por el PSOE cuyas conversaciones con Podemos han sido "sólo para hablar de los grupos parlamentarios".
Los socialistas desmientan que, de momento, se haya hablado de la investidura porque en la formación morada "han estado enrocados en la organización del Congreso" pero ahora "toca empezar a hablar de los problemas de la gente". Eso sí, advierten de que "es el tiempo de Rajoy" y que no se va a cerrar ningún acuerdo hasta que no se constaten los dos fracasos de Mariano Rajoy en su investidura; primero, por mayoría absoluta y después por mayoría simple.
Entretanto, seguirán negociando en la sombra, en contactos discretos como los mantenidos hasta el momento por el PNV. Y con los nacionalistas vascos también avanzan los contactos, como se constató este martes tras el reunión de su portavoz, Aitor Esteban, con el rey Felipe VI. No quiso Esteban comparecer en el Congreso tras su visita a Zarzuela "para no enturbiar las negociaciones con el PSOE", según explicaron fuentes peneuvistas.
Así las cosas, al PSOE le faltaría la abstención de un partido para conseguir tener más votos a favor que en contra en una votación por mayoría simple. O Ciudadanos o ERC. Con el primero no ha habido aún contactos, pero la formación naranja ya dejaba caer ayer en los pasillos del Congreso que "el escenario más probable es que sea presidente Pedro Sánchez". Y con la formación republicana independentista han buscado acercamiento en el Senado al ceder el PSOE dos parlamentarios a ERC, lo que ha provocado el incendio de los barones del PSOE.
Podemos "tiende la mano"
Lo que es innegable desde Podemos es que las conversaciones con el PSOE han sido más fluidas en los últimos días. Aunque desde el partido morado evitan desvelar el contenido de las conversaciones, Libertad Digital ha podido confirmar que los de Podemos han hablado con los socialistas en repetidas ocasiones.
Y a pesar de que, de cara a la galería, los de Iglesias no pueden hacer otra cosa más que mostrar su disconformidad con los socialistas porque no les han apoyado para tener cuatro grupos, de puertas para adentro los morados acercan posturas con el PSOE. Como precisó Íñigo Errejón este martes, tras afear al PSOE que no les facilitase sus cuatro grupos: "No significa que no sigamos tendiendo la mano".
Sin olvidar, explican algunos miembros del partido de Pablo Iglesias, que los socialistas les apoyan para que pueda tener dos grupos en el Senado, uno para Podemos y otro para las confluencias. Petición que será rechazada por el PP, pero que se ve como un "gesto".
Tras solucionar el tema de los grupos, el "problema" que ahora les separa es la famosa petición de Podemos del referéndum en Cataluña, asunto que esperan abordar en estas semanas y que será muy seguido de cerca por Ada Colau y los suyos.