"Con los resultados que hemos tenido se puede gobernar, en el 96 lo hicimos con menos ventaja con respecto al segundo", enfatizó Mariano Rajoy en el Comité Ejecutivo del PP sobre el complejo escenario político que ahora se presenta. Tanto en privado, como después en una comparecencia de prensa, destacó que el PP tiene capacidad de bloqueo de las reformas constitucionales, toda vez controla la Cámara Alta. E insistió: "Creo que nos corresponde gobernar" y "vamos a explorar la posibilidad de un gobierno estable que dé garantías dentro y fuera de España".
Todo el PP, incluido José María Aznar, le respaldó en su intento de resistir en la Moncloa, aunque son muchas las dudas internas. "Adelantar acontecimientos tiene bastante poco sentido", afirmó el presidente sobre la posibilidad de nuevas elecciones ante la imposibilidad de gobernar. Y, por supuesto, no aclaró si en tal caso volvería a presentarse.
"Los españoles han expresado su voluntad y ahora nos toca a los políticos gestionarlo con responsabilidad y sentido de Estado", aseveró, advirtiendo de que España "no puede permitirse un periodo de indefinición político". En este sentido, dio a entender que empezará de inmediato los contactos con Albert Rivera y Pedro Sánchez, que son los que defienden el orden constitucional. "Diálogo" y "certidumbre" fueron sus palabras favoritas.
"Haré lo que pueda", llegó a contestar Rajoy, cuyo objetivo es un "gobierno estable" que pueda aprobar los presupuestos. "Las conversaciones deben llevarse con discreción y prudencia y andando con cuidado con lo que se afirma para no tener que arrepentirse", argumentó. Después, en conversación informal, dijo estar a la "expectativa" ante lo que le puedan plantear, principalmente Sánchez.