La recta final de las elecciones catalanas está levantando reacciones de todo tipo dentro y fuera de la política. También ha provocado la reaparición de viejas y fuertes figuras políticas del país. El expresidente del Parlamento Europeo y exministro de Obras Públicas Josep Borrell y Javier Solana, ex alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, ex secretario general de la OTAN y exministro del Gobierno de España, han sido este miércoles los encargados de cargar contra el desafío separatista de Mas.
Solana, en un desayuno informativo, ha dejado claro que "si rompen la legalidad, nunca podrán formar parte de la UE" y ha reiterado que "si los planes que tiene Mas se llevan a la práctica, Cataluña no formará parte de la UE".
Por ello, el que fuese alto representante de la Unión Europea, y que habla con conocimiento de causa, pide solidaridad y cree que "con el esfuerzo de todos tenemos que hacer que la situación que estamos viviendo ahora sea una situación pasajera que la superemos, que la ganemos y que aquellos españoles que viven en Cataluña lo sigan haciendo como lo están haciendo, y que los catalanes que viven en Cataluña lo puedan seguir haciendo, lo hagan y lo hagan de una manera solidaria".
Mucho más extenso en su opinión sobre la situación de Cataluña ha sido Borrell. El socialista catalán considera que hay una parte muy importante de catalanes que no quieren ser españoles y "si esa proporción llegase a ser significativa tendríamos una sociedad quebrada". El exvicepresidente del Parlamento Europeo cree que, pase lo que pase en los comicios del domingo, "la sociedad catalana saldrá frustrada, dividida y melancólica".
Por ello, ha insistido en "desmontar los mitos que han dado lugar a los agravios" que han llevado la situación a este punto como el mantra separatista de "España nos roba". En este sentido, Borrell ha destacado la falacia repetida por los independentistas sobre las balanzas fiscales. Considera que los 16.000 millones de euros que aseguran los nacionalistas que aporta Cataluña al sistema más de lo que recibe son inciertos.
Por otra parte, Borrell ha asegurado que "Cataluña tiene un grave problema democrático con el funcionamiento de sus medios de comunicación públicos". El exministro ha aprovechado también para criticar la actuación de la patronal bancaria por el comunicado conjunto de la AEB y la CECA alertando la semana pasada sobre los riesgos de una hipotética Cataluña independiente. Borrell no critica el contenido del mismo, que comparte totalmente, sino la tardanza en plantar cara al desafío de Mas.