Mariano Rajoy demostró a Artur Mas que no encontrará aliados en el seno de la Unión Europea en caso de proclamar unilateralmente la independencia de Cataluña. Tras el respaldo cerrado Angela Merkel el martes, David Cameron fue todavía más directo este viernes tras despachar con el presidente en el palacio de la Moncloa: "Si una parte de un Estado declara la secesión, no forma parte de la UE y tiene que empezar a hacer cola", zanjó sin titubeos.
Así, con el apoyo de los grandes de la Unión -el francés François Hollande también se lo dio en su día- y tras anunciar una reforma del Tribunal Constitucional con la que pretende dar sensación de firmeza, el jefe del Ejecutivo regresará este sábado a Cataluña -en concreto, clausurará la escuela del PP que se está celebrando en Lloret de Mar- para marcar la hoja de ruta y defender, según sus propias palabras, que "no" cabe "diálogo" sobre la unidad del territorio.
Una vez más, Rajoy afirmó que no permitirá la ruptura del país y acusó a Mas de protagonizar "una dinámica perniciosa", ya que "cumplir la ley no forma parte de sus parámetros" cuando, a su juicio, es su primera obligación como gobernante. "Lo que sea España no le decide Mas ni el presidente, lo decide el conjunto de los españoles", reiteró el jefe del Gobierno.
Cameron pide cumplir la ley
Si bien, más allá del aviso presidencial -en absoluto novedoso-, lo importante, a ojos del Gobierno, es que Mas está sólo internacionalmente y es unánime el mensaje de que una Cataluña fuera de España quedaría apartada de los organismos comunitarios. En este sentido, la calculada respuesta de Cameron no pudo ser más nítida. De hecho, llegó a avisar a Mas de que tendría que rivalizar con "otros países candidatos que quieren participar" en la UE.
Los periodistas españoles recordaron al primer ministro el proceso de independencia en Escocia, y le preguntaron si es una "realidad comparable" con la de Cataluña y, en consecuencia, si habría que permitir también en esta comunidad un referéndum. Pero Cameron no se salió del guion pactado con Rajoy: "Nunca son iguales las situaciones" y, en todo caso, "es importante que los países, los gobiernos y aquellos que quieran tomar otro camino se ajusten al imperio de la ley". Y, enfatizó el presidente español, la Constitución dicta que la soberanía reside en el conjunto del país.
Para la Moncloa, el resumen es que el plan de Mas es ilegal y peligroso, y nadie con peso lo defenderá en Bruselas. Cameron redondeó su declaración: "España es un gran país y con una larga historia igual que Reino Unido. Estamos mejor juntos, somos más fuertes, y debemos permanecer juntos".
Sólo minutos después, el PP ya se agarraba a sus palabras. A la espera de Rajoy, en Lloret de Mar, Fernando Martínez Maíllo pidió al partido "repetir" la idea de que Cataluña "automáticamente" quedaría fuera de la UE en caso de secesión. Y, en este sentido, el número tres de Génova sumó un argumento más al vincular el "gran club comunitario" con la recuperación económica y la creación de empleo. El ministro Jorge Fernández Díaz y Andrea Levy se sumaron al coro de voces: "No se puede decir en más idiomas", concluyó la vicesecretaria general de Estudios y Programas.