La candidatura "unitaria" encabezada por Raül Romeva es una jaula de grillos. Mas sólo ha podido colocar a tres de sus consejeros, Neus Munté, vicepresidenta en sustitución de la democristiana Joana Ortega y portavoz del ejecutivo autonómico en reemplazo del represaliado Francesc "Quico" Homs; Irene Rigau, consejera de Enseñanza, y Meritxell Borràs, de Gobernación. El resto ha quedado fuera en favor de personajes como Eduardo Reyes, presidente de "Súmate", una organización dependiente de ERC en la que se agrupa a los independentistas castellanohablantes, el propio Romeva, exeurodiputado de Iniciativa y amigo de Oriol Junqueras, y las expresidentas de las organizaciones independentistas, Carme Forcadell (Asamblea Nacional Catalana) y Muriel Casals (Òmnium Cultural), quienes de momento son las únicas que no han entrado en la competencia por dar la nota.
Todos se consideran autorizados a hablar y así, mientras Romeva ha afirmado que Mas no tiene que ser necesariamente el próximo presidente de la Generalidad y que no comparte nada del ideario que representa el partido del "president", el cantautor y empresario vinícola Lluís Llach, número uno por Gerona, arremete contra la lista de los podemitas catalanes y les acusa de submarinos "españolistas". Hay al menos tres coordinadores de campaña: uno por las entidades ANC y Òmnium, otro por Convergència y el tercero en discordia, un "comisario" de campaña de ERC. El concurso por acaparar titulares lleva a unos y otros a toda clase de excesos retóricos que el sistema mediático catalán aplaude como preludio de la independencia.
El último en ponerse pomposo ha sido el alcalde Gerona y número tres por su ciudad, el convergente, Carles Puigdemont, experiodista, que ha afirmado que "el Estado se expone a un escándalo europeo si suspende la autonomía" y que en ese hipotético supuesto "habrá una respuesta unánime y contundente del pueblo catalán".
Convergencia intenta aventar el espantajo de una intervención de los poderes del Estado en Cataluña mientras su consejero de Economía, Andreu Mas-Colell, negocia con el ministro Montoro el socorro financiero para la Generalidad de los próximos dos años. Por su parte, el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña ha aplazado hasta después de las elecciones autonómicas, que Mas pretende plebiscitarias, la decisión sobre si imputa a Artur Mas por el 9-N o se ciñe a la doctrina de Rajoy, que niega que en tal fecha hubiera un referéndum.
El decreto de convocatoria de las "plebiscitarias"
Este lunes Mas debe firmar el decreto de convocatoria de las elecciones autonómicas. En fuentes de Convergència se asegura por activa y por pasiva que el texto se ajustará a derecho y eludirá cualquier interpretación plebiscitaria para evitar una intervención de la abogacía del Estado. Sin embargo, el "modus operandi" de Mas hasta el momento ha sido el del enfrentamiento frontal con el Gobierno y las instituciones nacionales, de modo que tampoco se descarta alguna o algunas alusiones al "proceso", el "derecho a decidir" o el "9-N definitivo" en el decreto.
Entre tanto, la consigna de los convergentes es la de calentar la precampaña sin pausa y sin vacaciones. Agosto es un mes hábil este año en la política catalana y los miembros convergentes de la candidatura unitaria tienen orden de forzar la máquina, aunque desde el Gobierno se lancen mensajes conciliadores o se destine más dinero a Cataluña que al resto de las comunidades. Uno de los ejes de campaña de los nacionalistas incide en que la Unión Europea no podrá desatender el clamor separatista, de ahí que Puigdemont haya aludido a un "escándalo" europeo. A pesar del fracaso de la "internacionalización del conflicto", Mas y los suyos apelan constantemente a la "ayuda" internacional por el "derecho a decidir" y al ejemplo escocés. Sin embargo, el ingente presupuesto dedicado por la Generalidad a embajadas, anuncios y entrevistas pagadas en la prensa internacional no ha propiciado ninguna adhesión a la "causa" separatista catalana. En cambio, la fuga de empresas es una de las constantes invariables desde que Mas apretó el acelerador, en otoño de 2012.