Hasta cinco veces ha repetido su nuevo mantra: "La operación Púnica es el paradigma de la depravación política". El secretario general del PSOE acudió este miércoles a la Asamblea de madrid para participar en la reunión del grupo parlamentario socialista y arropar a su nueva secretaria general del PSM, la oficialista Sara hernandez, ante la mirada de los críticos representados en primera fila por el derrotado tomasista, Juan Segovia.
En su intervención, Pedro Sánchez aprovechó el parlamento madrileño para circunscribirse a la política madrileña, ahondar en las raíces de la Operación Púnica y cargar las tintas contra el Partido Popular y su no asunción de responsabilidades. "Proclaman el buen funcionamiento de la justicia y de la policía, pero ¿para cuándo la rendición de cuentas en la Asamblea de Madrid y en el Congreso de los Diputados de la señora Cifuentes y del señor Rajoy? ¿Para cuándo el señor Rajoy va a limpiar el PP de Madrid? ¿Para cuándo la asunción de responsabiliades políticas en primera persona de los dirigentes del PP? ¿Cómo es posible que la presidenta del PP continúe siendo la señora Aguirre?".
Una velada petición de dimisión de la actual presidenta del PP madrileño que ha argumentado el líder del PSOE diciendo que "Granados es a Aguirre lo que Bárcenas es a Rajoy". Y ha denunciado un silencio "cómplice" que, en su opinión, "es el silencio de aquellos que tienen mucho que callar no vaya a ser que se conozca toda la verdad".
Una comparecencia en la que ha focalizado su discurso en a corrupción y en los mecanismos para prevenirla y, en este sentido, rescataba una vieja propuesta de su campaña a las primarias del pasado año: reformar el Código Penal y endurecer las penas con el objetivo de que "quien la hace, la paga". Vieja promesa a la que hoy Pedro Sánchez elevaba a la categoría de anuncio electoral:
"Si tengo el honor de ser presidente del Gobierno de España, quiero asumir ante los españoles mi compromiso de modificar el Código Penal para que, en los casos de corrupción política, no sólo se actúe contra el patrimonio del condenado sino también contra el patrimonio que haya podido esconder a nombre de terceros. Es decir, vamos a acabar con la impunidad. Los ciudadanos tienen que tener la certeza de que si soy elegido presidente del Gobierno, los corruptos no solamente lo pagarán sino que tendrán que responder con su patrimonio. En la España, conmigo al frente de la presidencia del Gobierno, quien la hace la paga y lo paga".