Bildu, que ocupa la concejalía de Seguridad de Pamplona, ha colocado como director de Seguridad del Ayuntamiento de Pamplona a un exmiembro de Ekin, juzgado por amenazar a escoltas. El recién nombrado responsable de la policía municipal en Pamplona fue juzgado por gritar a la Policía "Txacurras, vais a morir", tal y como cuenta este lunes el diario La Razón.
Se trata de Daniel Saralegui Aristu, a quien las Fuerzas de Seguridad han vinculado con Ekin -"comisariado político" de ETA, sucesora de la Coordinadora KAS-, por asistir a varias de sus reuniones orgánicas.
Tal y como relata La Razón, Saralegui va a contar con privilegios, sobre todo, en el acceso a información restringida, bases de datos, registros y relaciones con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Es más, dice La Razón que esta circunstancia constituye un "problema de seguridad pública", por poner a disposición del entorno de los aparatos de decisión de ETA información sensible de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.
En concreto, Daniel Saralegui será el encargado de ejercer de correa de transmisión entre el concejal de Seguridad Ciudadana y la Jefatura de Policía Local de Pamplona, lugar donde se encuentra físicamente el despacho de Saralegui.
La participación de Saralegui en las reuniones de Ekin quedaron "recogidas en varios informes presentados en 2011 ante el Juzgado de Instrucción número 3 de la Audiencia Nacional, sin que llegara a materializarse acción policial alguna".
Bildu se ha propuesto "afrontar un debate sobre el modelo policial en su integridad y así acordar y decidir un proceso de readecuación y redimensionamiento de las fuerzas policiales que hoy en día actúan en Navarra", curiosamente uno de los objetivos clásicos y básicos de ETA: propiciar la salida de la Guardia Civil y del Cuerpo Nacional de Policía, así como los Ejércitos de la Comunidad Foral.
En diciembre de 2011, la AN absolvió a Saralegui y a su hermano por un delito de amenazas terroristas a dos escoltas de un concejal de UPN en 2010. Ambos fueron procesados acusados de amenazaran a los escoltas diciéndoles "hijos de puta, txakurras (perros), vais a morir". Finalmente fueron absueltos. Se pudo probar que se produjo una fuerte discusión, pero no que les gritasen "txakurras, vais a morir".