Algunos barones autonómicos aprietan para que aumente la democracia interna en el PP y ganen voz las bases de la formación, pero un importante sector reconoce que asiste a la Conferencia Política -que se celebrará el viernes y el sábado en Madrid- sin grandes expectativas. "Será un mitin más", rebajó toda pretensión un histórico diputado. La dirección rechaza dicho extremo y promete un debate sin cortapisas, aunque Mariano Rajoy ya ha dejado bien claro que "no" se van a tomar decisiones.
"Hay que dar pasos para una mayor participación de los militantes", reclamó este mismo jueves Cristina Cifuentes, convertida en la nueva referente del PP. Si bien, la nueva presidenta de la Comunidad de Madrid retrasó los cambios al congreso nacional -previsto para 2016, esto es, tras las generales- y al regional -que se celebrará inmediatamente después-. Tal y como avanzó este diario, el presidente siempre ha tenido claro que los posibles ajustes nunca afectarían a su candidatura a la Moncloa.
Así, algunos líderes regionales y locales dan por descontado que el partido "tiene que moverse de una vez por todas" para que los mandatarios del PP "sean elegidos por sufragio universal, libre, igual, directo y secreto por todos los militantes del partido", como ya reclamó Íñigo Henríquez de Luna, hombre de la máxima confianza de Esperanza Aguirre, en el convulso cónclave de 2008. Pero, salvo sorpresas, una mayoría no espera de la Conferencia un debate serio sobre la cuestión y, ni mucho menos, un boceto de actuación. "Luego se hará lo que quiera Rajoy".
Desde la dirección nacional se replica que los alrededor de 1.000 asistentes al foro -entre ellos no estará José María Aznar- podrán coger el micrófono y decir lo que quieran. Y que, tras el debate, se redactarán unas conclusiones que servirán para la elaboración del programa electoral. "Veremos si Aguirre se atreve a hablar", sugirió un miembro de la cúpula. "El PP tiene la obligación de movilizar el voto joven, el de mediana edad y el menos joven", afirmó ella este jueves, no sin deslizar que no tiene "ni idea" de lo que se promoverá en la Conferencia. A Aguirre le han situado en una mesa sobre España y la Unión Europea.
"No descarto tomar la palabra, pero depende del formato, no nos han explicado absolutamente nada", destacó un dirigente de los cuadros medios que defiende con vehemencia el sistema de "un militante, un voto". El propio Henríquez de Luna, que asistirá, también barrunta dar su diagnóstico. "Con franqueza, creo que todo va a quedar en nada pero, si realmente se entabla una discusión seria, ya habremos ganado algo", remató otro diputado en conversación informal.
Moragas habla de debate abierto
El presidente quiere dar la sensación de movimiento, y en ello ha estado trabajando la dirección. En todos los sentidos, y de ahí que el primer anuncio haya sido cambiar el logotipo de la formación, que mete a las siglas en un círculo. Pero, también, sobre cuestiones que hasta hace poco no estaban ni tan siquiera encima de la mesa como "la necesaria reforma del Senado", "la vigencia de la Constitución" y "la renovación del consenso constitucional", "abrir los partidos políticos" o “la reforma de la ley electoral”.
En conversación informal, Jorge Moragas -el director de campaña- aseveró que ahora es el momento del debate, después vendrá la redacción del programa y en septiembre se conocerán las propuestas que asuma el PP. Hasta la fecha, Rajoy se había negado a abrir el melón de la reforma de la Carta Magna porque, argumentaba, no existía el consenso suficiente.
"Hablaremos de todo", en palabras de Fernando Fernández Maíllo, pero "no imitaremos las primarias tramposas de Podemos, ni las de quita y pon del PSOE ni las de candidato único" como en el caso de Ciudadanos. "No nos vamos a hacer trampas a nosotros mismos y seremos honestos con los ciudadanos en las propuestas", declaró, sin concretar qué proyecto le gusta a la dirección nacional. Tanto Moragas como el número tres del PP evitaron la concreción: será un foro "sin planteamiento previos, así de sencillo y así de claro", en palabras de Maíllo.