La dirigente popular Cristina Cifuentes ha sido elegida este martes presidenta de la Comunidad de Madrid gracias a 48 votos del PP y 17 de Ciudadanos, con quien ha alcanzado un acuerdo de investidura sustentado en 76 compromisos por cuyo cumplimiento velará una comisión de control.
Tras dos jornadas parlamentarias de debate de investidura, que ha estado marcado por la llegada de un "tiempo nuevo" en política, no sólo por la entrada de dos partidos nuevos a la Asamblea de Madrid, sino por las palabras de Cifuentes aludiendo a un "proyecto propio" para la Comunidad de Madrid a pesar de ser del PP, la exdelegada del Gobierno ya se ha convertido en la quinta presidenta autonómica, la cuarta del Partido Popular.
En su discurso de este martes la recién elegida presidenta se comprometió a mantener una política de impuestos bajos y, en un concurso que quiso ser conciliador, tendió la mano a la oposición e incluso puso sobre la mesa el ofrecimiento de un pacto de estabilidad en materia de educación, sanidad y regeneración política.
Críticas de todos los grupos
A pesar de estas ofertas de Cifuentes y de su petición de mirar hacia el futuro, PSOE, Podemos y Ciudadanos han sacado a relucir sus críticas a la gestión de los gobiernos de Ignacio González y Esperanza Aguirre -ambos presentes en la sala- a lo largo de estos años. Han denunciado los casos de corrupción y la apuesta por la privatización de servicios públicos, y han llegado a pedir una auditoría de los últimos ocho años de Gobierno de la Comunidad.
Lo más llamativo puede haber sido el discurso del portavoz de Ciudadanos en la cámara, Ignacio Aguado, que ha presumido de haber forzado en la negociación con los populares muchos de los cambios que ha anunciado la nueva presidenta y que, según él, en principio "no iban en el programa del PP" algo desmentido por Cifuentes en su primera réplica, en la que también ha querido hablar en varias ocasiones de las "muchas coincidencias" entre ambas formaciones.
Por su parte, el portavoz de Podemos, José Manuel López, ha tenido un tono más duro con constantes referencias a la "economía del ladrillo" que le han llevado incluso a afirmar que ni la construcción de hospitales ni la de colegios mejoran la sanidad y la educación, respectivamente, algo sobre lo que Cifuentes ha mostrado su sorpresa.
López ha explicado que será muy difícil llegar a los pactos que ha propuesto Cifuentes y ha mostrado sus propias reivindicaciones como único punto de encuentro posible.
Finalmente, el socialista Ángel Gabilondo ha tenido probablemente el intercambio más interesante con Cifuentes, a la que ha reprochado que hablase de su pasado como ministro de Zapatero porque "aquí estamos para examinarla a usted y no a mí".
Además, el cabeza de lista del PSOE ha hecho una enmienda a la totalidad de la gestión del PP en Madrid y ha explicado que su partido no podía por tanto votar afirmativamente a la investidura de la popular.
"Gobernar es pactar"
Pese a la escasa receptividad de socialistas y podemitas, Cifuentes ha afirmado que los grupos de la oposición encontrarán en ella "una persona siempre dispuesta a escucharles y a llegar a acuerdos y a tener en consideración cada una de sus aportaciones", ha dicho en su última intervención antes de recibir el respaldo de la Cámara, repitiendo como lo ha hecho a lo largo de las dos jornadas, ha vuelto a defender que "gobernar es pactar y gobernar es dialogar".
Cifuentes llega al cargo un mes después de haber conseguido que el PP fuera la fuerza más votada en las elecciones del 24M. Pero para llegar hasta aquí se han celebrado varios procesos de negociación. En primer lugar, para diseñar la composición de la Mesa de la Asamblea, que acabó con la cesión a Ciudadanos de uno de los puestos correspondientes al PP, y posteriormente, de la negociación de un documento de ochenta medidas que la formación naranja le obligaba a secundar en caso de querer su apoyo para ser presidenta.
Tras dos semanas de negociaciones y después de alcanzar un pacto en materia de regeneración política, PP y Ciudadanos cerraron el acuerdo de investidura, que tras incluir medidas económicas y sociales se compone de 76 medidas que fueron firmadas por ambas formaciones la semana pasada. Entre ellas se encuentra la profesionalización de Telemadrid, el frenazo a las privatizaciones o la eliminación del Consejo Consultivo.
Para velar por su cumplimiento se creará una comisión de control que estará integrada por miembros de los dos equipos que han participado en la negociación del acuerdo de investidura. De hecho, Ciudadanos ha alertado de que estarán atentos desde la oposición y han negado que el acuerdo de investidura suponga un acuerdo de legislatura, algo que, según ha afirmado Cifuentes en el debate de investidura, a ella le gustaría.