Tras ser ratificado por aclamación candidato a las elecciones generales sin necesidad de primarias por el Comité Federal, Sánchez ha expuesto su compromiso de aspirar a una "España mejor" en un acto celebrado en el Teatro Circo Price de Madrid con la asistencia de cerca de 2.000 personas.
Con una rompedora puesta en escena, la gran sorpresa ha sido la exhibición de una gran bandera de España en la pantalla gigante detrás de donde Sánchez, trajeado y con corbata roja, ha pronunciado un discurso 'al estilo americano' bajo el lema "El cambio que une", con el que ha pretendido consolidar su perfil de futuro presidente.
La plana mayor del partido, con todos los 'barones', entre ellos, la andaluza Susana Díaz, ha arropado a Sánchez, además de los ex secretarios generales José Luis Rodríguez Zapatero y Alfredo Pérez Rubalcaba y el histórico Alfonso Guerra. Solo han faltado a la cita Felipe González y Joaquín Almunia, por motivos de agenda.
Sin desvelar nuevas propuestas, Sánchez ha centrado su discurso en remarcar que su meta es liderar "un cambio seguro y valiente, coherente con los valores socialdemócratas, un cambio que una y en el que se reconozcan todos los españoles". "Un cambio que no va a ser fácil, lo sé, nunca lo fue para cada uno de los que me precedieron, pero, con la ayuda de la mayoría de los socialistas, haremos una alianza con lo mejor de España para hacer una España mejor", ha garantizado.
Tras subrayar que España ha padecido "un mal Gobierno que gobierna solo y contra todos", el líder socialista ha asegurado que su propósito es dirigir el país desde "la moderación, con alternativas valientes y constructivas", y el entendimiento.
A su juicio, es preciso desterrar "el insulto, la descalificación y el medio para abrir un tiempo de tolerancia y de respeto que permita un diálogo fructífero entre todos", con un Gobierno "estable" que "base su fuerza en la ejemplaridad y en la alternativa constructiva".
Sin citar de forma expresa a Mariano Rajoy, ni al PP, ni a Podemos, ha remarcado que el nuevo tiempo "obliga al diálogo, al acuerdo y al reconocimiento de la dignidad moral del adversario".
"Esto exige el respeto al otro y escuchar al otro. Exige arriesgarse a un diálogo del que ninguno saldrá igual que cuando lo inició. Un diálogo, cuando es de verdad, exige asumir el riesgo de ser convencido. Son necesarias nuevas formas de valentía en nuestra sociedad", ha sostenido.
Reivindica la enseña nacional
La exhibición de una bandera de España en el escenario donde Pedro Sánchez ha pronunciado su discurso como candidato a las elecciones generales ha sido una idea del propio secretario general con el que ha querido reivindicar "el patriotismo cívico" que quiere abanderar para llegar al Gobierno.
La aparición de la enseña nacional sobreimpresionada en una pantalla gigante al fondo del escenario ha sido la sorpresa del acto celebrado en el Teatro Circo Price de Madrid. La bandera ha aparecido los primeros cinco minutos y en los cinco últimos del discurso, que se ha prolongado durante algo más de media hora.
La idea ha sido de Sánchez y con ella ha querido reivindicar "el patriotismo cívico" que defiende, frente "al patriotismo institucional del PP y al caduco de Podemos", han informado fuentes del entorno del secretario general. "Si uno quiere ser presidente, tiene que serlo para todos", han subrayado las fuentes, que han recordado que la exhibición de la bandera por parte de sus representantes políticos es algo común en otros países como los Estados Unidos o Francia.
Sánchez ha querido simbolizar con la bandera y con su discurso que su meta es "el cambio que une", frente al mandato de Mariano Rajoy, al que ha acusado de "hacer política de frentes". Las fuentes han admitido que la exhibición de la enseña y el protagonismo brindado a la esposa de Sánchez, Begoña Gómez, son "novedosos" en el PSOE y su intención era la de remarcar el carácter "institucional y presidencial" que se ha querido dar al acto.