Mariano Rajoy, a día de hoy, es de la tesis de que hay que agotar la legislatura. Pero, desde hace ya meses, miembros del Gobierno barruntan la posibilidad de hacer coincidir las elecciones generales con las catalanas, previstas en principio para el 27 de septiembre. "Poco nos quedará por hacer tras el verano", admite un ministro, aunque en público se venda que la agenda reformista durará hasta el último día. Una discusión interna confirmada este martes por Jorge Fernández Díaz, al que se le presupone una estrecha relación con el presidente.
"Hay argumentos a favor y en contra" del adelanto electoral, dijo el titular de Interior, que en Antena3 confesó que "está planteado" el debate. Si bien, a renglón seguido, recalcó que "salvo fuerza mayor" Rajoy aguantará hasta noviembre o diciembre. "Es una persona predecible" y "lo normal es que agote el mandato", se reafirmó el ministro.
Un sector del PP catalán sí estaría a favor de forzar las máquinas. Según su diagnóstico, un adelanto de las generales "de tan sólo mes y medio" incluso podría provocar que Artur Mas decidiera echar marcha atrás y desconvocar las catalanas, cosa "que está deseando". "Ir a las elecciones generales tras un mal resultado en Cataluña no es el mejor escenario", exponen las fuentes consultadas, que auguran que -a tenor de los sondeos de los que disponen- Albert Rivera saldría reforzado "como defensor de la unidad nacional" frente a un PPC en caída.
Por el contrario, "si Rajoy hace unir las elecciones pueden pasar dos cosas: o se celebran las dos, y el peso las llevará las generales, o Mas no las convoca y el PP se libra de un mal resultado", analiza un alto cargo del partido de Alicia Sánchez Camacho, que el lunes fue refrendada en su puesto por Carlos Floriano.
Moncloa niega que Rajoy esté en el tema
Pese a este diagnóstico, una mayoría -también en la estructura catalana- cree que Rajoy no variará su esquema. Según un portavoz de la Moncloa, el presidente todavía no ha preguntado a los suyos expresamente por esta cuestión y "en su momento valorará todos los argumentos", si bien "lo que ha dicho hasta ahora es que se celebrarán a finales de año". A ello se agarró un ministro, en conversación informal con este diario: "Al 100% no descarto nada, pero él ya ha dicho públicamente que agotará su mandato".
En Génova el debate también existe, y no se pillan las manos. "A día de hoy no lo veo. Parece más el momento de esperar a ver cómo evolucionan los acontecimientos", en palabras de un miembro de la cúpula, en relación al impulso político que esperan con la remodelación en el Gobierno y el PP prometida por Rajoy. Un impulso que, eso sí, se podría ver lastrado por una hecatombe electoral en Cataluña.
En cuanto a la cuestión económica, fuentes del Ejecutivo admiten que la diferencia de finales de septiembre a noviembre sería poca. "La evolución y las cifras seguirán marcando una tendencia positiva" y "el verano será muy bueno en empleo y consumo", avanzan. Esto es, esperan que acabe calando el mensaje de la recuperación, al que sumarán el del miedo a un pacto PSOE-Podemos.
Santamaría eleva el tono
Precisamente, en un duro rifirrafe con Óscar López en el Senado, Soraya Sáenz de Santamaría acusó al PSOE de pasar de ser "el principal partido de la oposición al principal promotor de la izquierda radical", de ser una alternativa de Gobierno a un "partido alternativo" y de estar dispuesto a pactos para "volver" a arruinar a España. Mientras, el que sí pidió alto y claro un adelanto electoral fue el representante socialista. Por primera vez, instó a Firmar ya el decreto de convocatoria de elecciones generales",
La vicepresidenta, con un perfil mucho más político del que acostumbra -cosa que ya pasó en la comparecencia del pasado viernes-, elevó la voz al proclamar que "nosotros somos ese Gobierno que cogió el país en recesión y que hoy crece al 3 por ciento, que cuando lo cogimos se iban cada día 4.000 personas al paro y hoy cada día salen del paro 3.000. Somos ese Gobierno que cogió el país al borde de la quiebra y lo está situando entre los primeros de la UE, que ha devuelto la confianza en este país y que estamos luchando para que no se congelen las pensiones".
Nada quiso especular sobre la remodelación del gabinete, aunque los populares no descarten un cambio en la portavocía del Gobierno y el entorno de María Dolores de Cospedal insista en que ella es parte del problema. "Estos días va a haber opiniones, deducciones y especulaciones, pero sólo hay una persona que sabe las decisiones que va a tomar, y es el presidente", subrayó Santamaría. Poco antes, también en la Cámara Alta, la número dos del PP avisaba -en una reunión con senadores- que quienes hoy filtran sobre la futura crisis del Ejecutivo desconocen en realidad que hará Rajoy.