La primera participación televisiva de Tania Sánchez tras su imputación judicial por tráfico de influencias, prevaricación y malversación de fondos públicos no ha decepcionado. Un día después de quedar formalmente acusada de corrupción por la Justicia, la exdirigente comunista, ahora impulsora de un movimiento político vinculado con Podemos, ha participado en la tertulia política del programa de Ana Rosa Quintana, donde se ha referido a este asunto. Además, ha dibujado un panorama apocalíptico, a pesar de las buenas noticias sobre el paro en España gracias al fuerte descenso del número de desempleados en el pasado mes de mayo.
La expareja del líder de Podemos ha rechazado en primer lugar las acusaciones que pesan sobre ella tras su paso por el Ayuntamiento de Rivas, durante cuyo mandato su hermano recibió contratos por importe de 1,3 millones de euros.
Según Tania Sánchez, su imputación obedece a una operación diseñada por el PP para socavar su carrera en la política madrileña. La exdiputada de IU añadió además, para asombro de la presentadora y del resto de participantes en la tertulia, que "no es cómodo para mí, pero ya he dicho varias veces que yo no tengo buena relación con mi hermano". Ese recelo fraternal sería una prueba añadida de que no pudo influir para otorgar a su hermano un trato de favor, como se sostiene en la querella presentada en su contra, por la que se sentará el próximo día 23 en el banquillo de los acusados del juzgado número 6 de Arganda.
Pero los titulares de Tania Sánchez un día después de ser imputada por corrupción no habían acabado ahí. Poco después de estas explicaciones, Ana Rosa ha introducido como tema de debate la buena noticia del paro, que ha bajado en casi 120.000 personas en el mes de mayo.
En su esfuerzo para negar el buen dato del empleo, la exdirigente comunista ha señalado que "el debate es si queremos o no queremos ser una sociedad que está dispuesta a asumir que hay una parte de la población, ahora mismo casi un cuarto, que puede morir de hambre". Ante las protestas jocosas del resto de los presentes, Sánchez ha reconocido "pues no se mueren de hambre, vale", pero acto seguido ha subrayado que un cuarto de la población española "se ha quedado en la cuneta" por no estar siendo atendida con recursos públicos.