La ley no parece existir para los alcaldes separatistas de Cataluña, pero a veces la Justicia se apunta un tanto. El presidente de la Generalidad, Artur Mas, quiere a sus ediles firmes en el ademán y ha dado órdenes precisas para que no retiren las esteladas y no repongan las banderas nacionales en las fachadas y balcones consistoriales. La consigna es aguantar la "cubana" como expresión de que el desafío separatista continúa.
Sin embargo, ha habido decenas de ayuntamientos instados por los jueces a reponer la bandera nacional. La respuesta ha consistido en aplicar toda la negligencia administrativa posible antes de cumplir con las sentencias y abonar las multas con cargo a las arcas públicas. Otros, por contra, han quitado todas las banderas y unas decenas mantienen sólo la estelada a la espera de acontecimientos, a pesar de que Sociedad Civil Catalana (SCC) ha conseguido que la Junta Electoral haya ordenado su retirada de los edificios públicos.
A la primera categoría pertenece la administración local de Calldetenes, cuyo alcalde, Marc Verdaguer, de CiU, deberá pagar 1.500 euros de su bolsillo, "patrimonio personal" dice la providencia judicial dictada por la magistrada Virginia de Francisco, titular del número 10 de lo contencioso-administrativo de Barcelona. Verdaguer, convergente que gobierna Calldetenes (2.500 habitantes, provincia de Barcelona) con apoyo de las Candidaturas de Unidad Popular (CUP) de David Fernàndez, había intentado retrasar el cumplimiento de la sentencia que le obligaba a reponer la bandera nacional por la vía de atribuir la compra de la enseña a un coste extraordinario a aprobar en pleno.
Ante la maniobra dilatoria y el pago de la sanción a cuenta del pueblo, la jueza emitió el pasado abril una providencia aduciendo que adquirir una bandera es "gasto corriente" de los municipios y que si hubiera querido pasar por un pleno presupuestario tenía margen suficiente puesto que la sentencia en firme se había dictado en junio de 2014. Y añadía la multa a Verdaguer de 1.500 euros, cuantía proporcional, según fuentes judiciales, al número de habitantes de la localidad.
La "Cupvergencia"
Calldetenes es un municipio gobernado por CiU y las CUP, una alianza estratégica que ha puesto hoy de relieve Sociedad Civil Catalana (SCC) al lanzar una campaña alertando contra las alianzas separatistas. La entidad utiliza un imagen de David Fernàndez ataviado con una camiseta de Convergència para señalar la "Cupvergencia" y un indpendentismo que "ni queremos ni nos conviene". En medios nacionalistas se teoriza sobre el apoyo financiero y mediático de CiU a las CUP para erosionar a ERC.
El caso Junqueras
Todo esto trasciende el mismo día en el que una de las noticias más comentadas en Cataluña es que Sant Vicente dels Horts, localidad de la que es alcalde el líder de ERC, Oriol Junqueras, no luce en su casa consistorial la estelada. Junqueras ha insistido en que la dicha estelada no es la bandera oficial de Cataluña y que en su ayuntamiento no se planteó la cuestión. Eso ha librado a uno de los más insignes promotores del separatismo de enfrentarse a las multas judiciales, pero ha causado una cierta confusión en los ambientes separatistas.