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Sectores del PP ven una 'mano negra' en los resultados del CIS de Cospedal y Monago

Más allá del pésimo resultado que el barómetro de CIS reflejaba para el PP, la sorpresa ha sido mayúscula con los datos en dos regiones concretas.

Más allá del pésimo resultado que el barómetro de CIS reflejaba para el PP, la sorpresa ha sido mayúscula con los datos en dos regiones concretas.
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A sólo dos semanas de las elecciones, la maquinaria del Partido Popular está ya a toda máquina y las encuestas son una constante en Génova. Sondeos prácticamente diarios y con un número muy elevado de entrevistados son el material de alta calidad con el que los populares gestionan la estrategia de campaña.

Probablemente, los equipos que gestionan estos datos tienen en sus manos las mejores proyecciones electorales que se manejan en España, pero si alguien puede acceder a estudios sociológicos de calidad similar es el Centro de Investigaciones Sociológicas, la institución pública que realiza investigaciones de todo tipo y, sobre todo, sus conocidos "barómetros" electorales.

No debe sorprender, por tanto, que cuando el pasado jueves el CIS publicaba sus predicciones electorales previas a las próximas elecciones autonómicas y municipales –y también su estimación para las generales- todos los datos coincidieran prácticamente al dedillo con la evolución de las encuestas realizadas dentro del PP.

Sorpresas muy localizadas

Sin embargo, según ha podido saber Libertad Digital de fuentes de toda solvencia, el sondeo del CIS reservaba dos sorpresas para aquellos que vienen manejando datos en el PP: Castilla-La Mancha y Extremadura.

En el primer caso, la encuesta del CIS prevé una victoria en votos del PSOE, aunque el PP sería el partido con más escaños. Estos datos contrastan con los que hasta ahora obraban en manos de los populares, según los cuales María Dolores de Cospedal estaría en condiciones de alcanzar la mayoría absoluta ya que tendría asegurados 16 escaños y muchas posibilidades de obtener el 17, que certificaría esa mayoría.

En Extremadura, la variación es aún más radical: según los sondeos que viene manejando el PP tanto en la sede nacional de Madrid como en la propia región, los populares serían en cualquier caso el partido más votado con un considerable colchón de unos cuatro puntos respecto del PSOE de Guillermo Fernández Vara.

Sin embargo, según el CIS, la situación sería exactamente la contraria: serían los socialistas los que llevasen una ventaja de cuatro puntos. Con este resultado José Antonio Monago no tendría prácticamente ninguna posibilidad de formar gobierno, mientras que en los sondeos que venían manejándose hasta el momento en Génova y en Mérida se reflejaba la posibilidad clara de gobernar en minoría o con un pacto con otra fuerza, ya que el PP estaba sólo a uno o dos escaños de la mayoría absoluta.

Expertos consultados por Libertad Digital explican que hay aspectos "que no encajan" y que podrían sugerir una muestra voluntariamente sesgada. Uno de ellos es el recuerdo de voto, "como si se hubiera dado prioridad al votante de izquierda".

Otro, el hecho de que una amplia mayoría de los encuestados cree que Monago será el vencedor, con más de 20 puntos de ventaja, lo que contrasta mucho con el hecho de que Fernández Vara pueda ser el más votado.

Suspicacias: ¿hay una mano negra en el CIS?

Con los datos encima de la mesa, algunos, dentro del propio Partido Popular, se preguntan si estaríamos simplemente ante un error localizado en una encuesta por lo general bien hecha –y nadie en el sector duda de la capacidad de los profesionales del CIS-, o si hay algo más.

A nadie se le escapa que el CIS es una institución que depende del Ministerio de la Presidencia, cartera que ocupa la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría. Y de todos es sabido el enfrentamiento entre ésta y la presidenta de Castilla-La Mancha, una batalla larvada desde el inicio de la legislatura y que ha venido agudizándose en las últimas semanas con varios episodios singularmente duros.

Del mismo modo, muchos coinciden en señalar que las relaciones entre Sáenz de Santamaría y José Antonio Monago tampoco son buenas: el estilo del extremeño y su independencia de criterio en algunos temas no han sido muy del gusto del Gobierno y, especialmente, de la vicepresidenta.

Podría tratarse de un error, pero al haber ocurrido justo en dos feudos en los que Sáenz de Santamaría –recordemos que responsable última del CIS- puede tener un interés especial algunos dentro del PP comentan que puede ser una "cocina" interesada. Sin embargo, ¿qué sentido tendría esta manipulación, puede ser relevante? Un experto sociólogo nos confirma que podría serlo: "Los efectos de las encuestas están muy estudiados y está demostrado que el de apoyo al vencedor es mayor que otros". Es decir, el sentimiento de arrastre de aparecer como la lista más votada en las encuestas es mayor que, por ejemplo, la movilización del electorado contrario.

En definitiva, se trataría de una jugada bastante sucia y cuyo resultado final es incierto, pero que algunos dentro del PP estiman más que posible dada la compleja situación interna que en las últimas semanas ha salido a la luz.

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