Tras los negros augurios del CIS, Mariano Rajoy vio en los resultados electorales de Reino Unido un auténtico balón de oxígeno político. "La mayoría silenciosa", repitieron en su entorno ante la inesperada mayoría absoluta de David Cameron, de corte conservador y que también se tuvo que enfrentar a una dura crisis económica. "Una cosa son las encuestas, que parece ser que en algunos sitios no han acertado, y otra cosa es el sentimiento de los ciudadanos", defendió Soraya Sáenz de Santamaría en la conferencia posterior al Consejo de Ministros.
El propio Rajoy se apresuró a hacer público un comunicado en el que animó al primer ministro británico a seguir "impulsado las medidas necesarias" para el bienestar de los ciudadanos y "el dinamismo de la economía". La vicepresidenta tiró del hilo: según dijo, España y Reino Unido tienen similitudes ante "unos escenarios políticos cambiantes y novedosos muy difíciles de valorar". Esto es, dejó entrever que al PP le podría pasar el 24M lo mismo que a los conservadores británicos este jueves. "Las mayorías absolutas están muy caras pero, dicho esto, las encuestas hoy son papel mojado", se insistió desde la dirección nacional.
Santamaría fue más clara todavía y señaló que "se han visto" fallos en las encuestas tras el holgado triunfo de Cameron. Tal y como avanzó este diario, en el entorno de Rajoy aseguran que, pese al CIS, la mayoría absoluta no está tan lejos en La Rioja, Murcia e -incluso- Castilla-La Mancha. Y, en todo caso y en palabras de Rajoy, lo importante es que "el PP seguirá siendo la fuerza más votada" y logrará mantener el poder en la mayoría de instituciones. Preocupa bastante, eso sí, lo que pueda ocurrir en Extremadura.
"Los sondeos han fallado en Reino Unido y van a fallar en España. La situación es muy volátil", fue el augurio del PP en el primer día campaña, en el que trataron de ganar impulso. Aún más, presagiaron que Ciudadanos ha tocado pecho y se desinflará un poco en los próximos quince días. "La campaña beneficia al bipartidismo. La atención se centra en los dos grandes partidos", en palabras de un cargo muy próximo a Rajoy.
En Tarragona, ante el presidente, Alicia Sánchez Camacho recordó que "con el PP de Cataluña, las encuestas siempre se equivocan a la baja". Y, tras mentar a Cameron, pasó al ataque: "El batacazo en Gran Bretaña se la han dado las encuestas, los listos, los que hablaban de empate técnico". Y extrapoló este hecho a España, cargando contra "los listos, políticos y periodistas". "Los españoles son tan inteligentes como los británicos", llegó a proclamar, para recalcar que sabrán "valorar" la mejoría de la economía patria.
Rajoy defiende su "equilibrio"
Rajoy recogió el testigo, aunque sin referirse expresamente a Cameron. Su pronóstico electoral volvió a ser optimista: "El PP es hoy el primer partido de España y va a ganar las próximas elecciones en la mayor parte de los ayuntamientos y va a gobernar en una mayoría muy importante". Y aún añadió: "Sino, al tiempo, lo veremos el día 24".
"Es el momento de actuar con moderación, sentido, equilibrio y cabeza", recetó en contraposición al resto de formaciones que concurren a las elecciones. "Se trata de perseverar, de mantener el rumbo, de seguir en la misma dirección y de no dar marcha atrás", insistió con vehemencia, para justificar que el único cambio fue el de 2012, cuando se evitó el rescate.
No hubo novedades en su discurso, aunque endureció las críticas contra el PSOE y rebajó las referencias a los partidos emergentes. Ni rastro de un cuerpo a cuerpo con Ciudadanos, que sí protagonizó Sánchez Camacho. "No es el momento ni de adanes ni de ocurrencias", fue lo más que dijo mientras los suyos pronosticaban que el "voto oculto" hoy es el que irá dirigido al Partido Popular.