Llevaban siete meses sin hablarse, pero nada ha cambiado, según las fuentes consultadas. De hecho, prácticamente hasta el final existió la duda de si Artur Mas aceptaría la invitación cursada por Moncloa de asistir al almuerzo entre Mariano Rajoy y Manuel Valls, el primer ministro francés, en el castillo de Peralada (Gerona). La fotografía se produjo, las cámaras captaron una conversación distendida al inicio de la comida, pero "nada nuevo bajo el sol".
A penas dos horas antes del encuentro, el presidente apelaba a la unión frente a la segregación en territorio francés, a pocos kilómetros de la frontera. Junto a Valls, abogó por "derribar fronteras artificiales en lugar de erigirlas". "Agregar en lugar de segregar, unir en lugar de desunir, cooperar en lugar de enfrentar, conectar en lugar de desconectar", añadió en Montesquieu-des-Albères, donde ambos mandatarios inauguraron la interconexión de la línea de alta tensión entre Francia y España que reducirá la factura.
La última vez que Rajoy y Mas se vieron fue el pasado 30 de julio, en la Moncloa. Y desde entonces no han dado síntomas de acercamiento. Como ejemplo, el presidente se enteró por los medios de comunicación del adelanto de los comicios autonómicos el 27 de septiembre. "Son unas elecciones normales, de plebiscitarias nada", se zanja desde el Ejecutivo mientras que Rajoy, cada vez que ha visitado Cataluña -con esta, tres veces en lo que va de año-, ha tachado de oportunista la convocatoria. "Nuestra postura sigue siendo la misma: igualdad de todos los españoles y cumplimiento de la ley", en voz de un portavoz autorizado.
Así, desde la Moncloa, paralelamente al almuerzo que ha sentado en la misma mesa a Rajoy, Mas -a su derecha- y Valls, Soraya Sáenz de Santamaría afirmaba que el Gobierno "más allá de hablar" actúa y concreta sus compromisos con Cataluña, como demuestra la interconexión eléctrica y los más de seis millones de euros de inversión.
"A Cataluña vamos con hechos", expuso la vicepresidenta, que no entró en dar réplica directa a Mas. A su juicio, lo importante es que el Ejecutivo cumple con sus compromisos allí como en cualquier otra comunidad: "Esa es la línea de futuro en la que se debe seguir trabajando", remató. El Gobierno ha descartado una reforma de la Constitución esta legislatura.