La lucha contra el terrorismo requiere "unidad", y así lo acordaron Mariano Rajoy y Pedro Sánchez en una conversación previa a la reunión mantenida el martes en el ministerio del Interior sobre esta materia. Aunque el contenido del acuerdo aún no está cerrado, fuentes gubernamentales precisaron que los problemas que pudieran surgir se solucionarán en privado y que, sí o sí, las nuevas medidas contra la amenaza yihadista saldrán adelante lo antes posible. Esto es, a mediados del mes de febrero.
La conversación entre el presidente y el líder de la oposición sirvió para recuperar el clima de cordialidad perdido en los últimos meses -aunque un portavoz oficial rehusó desvelar si habrá próximamente un encuentro en Moncloa- y dejar claro que PP y PSOE seguirán poniéndose de acuerdo en las denominadas cuestiones de Estado. "Sería una insensatez y una irresponsabilidad que no se llegara a un acuerdo", afirmó Rajoy desde Atenas, no sin destacar su "satisfacción" por la colaboración del máximo dirigente socialista.
Ante la falta de concreción, los periodistas preguntaron por las posibles medidas y Rajoy avanzó cinco de ellas, aunque recalcando que todavía "no está cerrado" porque esperan las propuestas del PSOE y el resto de formaciones que habitan en el Congreso de los Diputados.
Así el presidente dio por hecho la penalización como terrorismo del "desplazamiento a zonas de conflicto" para integrarse en grupos radicales y el denominado "adiestramiento pasivo". De igual manera, y sin aportar todavía muchos detalles, Rajoy avanzó que se "abordará" la figura del "lobo solitario" para poder responder a la amenaza con mayor precisión. Según precisó, se desvinculará los tipos de terrorismo del concepto de organización.
El Ejecutivo también pretende penalizar la financiación del terrorismo "aunque no se pertenezca a la organización" y se endurecerán las penas relativas a la apología del terrorismo, haciendo especial hincapié a las que se llevan a cabo en las redes sociales.
La cooperación internacional
La otra pata para hacer frente a la lucha contra el terrorismo seguirá siendo la cooperación internacional, como se encargó de remachar Rajoy. De hecho, parte de su despacho con Antoni Samarás, el primer ministro griego, versó sobre esta amenaza y el hecho de que tanto España como el país heleno son "fronteras" de la UE y necesitan recursos. Por su parte, el mandatario español ya ha transmitido al francés François Hollande su disposición a estrechar aún más los lazos policiales para dar caza a los terroristas.
Hecho el diagnóstico, Rajoy y Sánchez acordaron mantener el contacto pese a la inminencia de los procesos electorales. En palabras del presidente, los acuerdos han de seguir llegando, por ejemplo, en las cuestiones que afectan a Bruselas. "Los países necesitan estabilidad y no bandazos e incertidumbres. Todas estas cosas son positivas", afirmó a la hora de aplaudir el nuevo pacto con el principal partido de la oposición.