El presidente y los principales portavoces de su Gobierno insisten en que no hay motivos para la alarma: "siempre hay que estar atentos", afirmó el propio Mariano Rajoy desde Andorra, pero no hay informes que apunten a un posible atentado. "Calma" y "tranquilidad" están siendo las palabras más utilizadas desde la Moncloa pese a la decisión de aumentar el nivel de alerta en todo el territorio nacional y las distintas amenazas por paquetes sospechosos.
Las fuentes del Ejecutivo precisan que se ordenó reforzar la seguridad por el contexto -esto es, por los sucesos que mantienen en vilo a Francia - pero no porque las fuerzas de seguridad tengan constancia de que pueda ocurrir algo parecido en España. No obstante, el presidente reconoció en conversación informal con periodistas que se presta especial atención al sur de España. Y citó expresamente Ceuta, donde se escucharon disparos en las proximidades de un cuartel de la Legión. En Melilla también se ha aumentado la vigilancia de forma sensible, según un portavoz del Gobierno.
"España no dará nunca tregua al terrorismo ni a los que pretendan liquidar derechos y libertades de los demás. El enemigo es el terrorismo", resumió Rajoy en rueda de prensa desde el Principado. De nuevo, el jefe del Ejecutivo ofreció a François Hollande la máxima colaboración y recordó que las fuerzas de seguridad españolas están preparadas para "dar esa batalla".
Rajoy rechazó la posibilidad de brotes de islamofobia -"sinceramente, no lo veo", dijo- y puso encima de la mesa el compromiso inquebrantable de su Ejecutivo "en la defensa de unos valores que son los propios de muchísimos millones de personas y a los que no vamos a renunciar nunca" pese a las amenazas.