Todo está listo desde hace días. El Gobierno espera paciente a que Artur Mas mueva definitivamente ficha -esto es, convoque la consulta ilegal- para poner en marcha toda "la maquinaria del Estado", en palabras de la vicepresidenta. En principio, y tomando como cierto que la Generalidad convoque el sábado el referéndum, Mariano Rajoy ya estaría de regreso de China para presidir el Consejo de Ministros extraordinario. Previsiblemente se celebraría el domingo o el lunes.
Soraya Sáenz de Santamaría no quiso entrar en detalles. Lo importante, a su juicio, es que el gabinete lo tiene todo atado y actuará en cuanto Mas oficialice su amenaza. "No debe firmar ese decreto", le avisó la vicepresidenta por enésima vez, recordando que "la ley que lo ampara es inconstitucional" y que va en contra del Parlamento y el Tribunal Constitucional. Ahora bien, si sigue adelante, recalca: "El Gobierno cumplirá con su obligación, que es recurrirlo, y llevarlo ante el TC".
La hoja de ruta de Moncloa
El Ejecutivo actuará con "agilidad"; la hoja de ruta quedó marcada antes de que el presidente se desplazara a China. Lo primero: el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, (o el propio presidente) elevará una consulta al Consejo de Estado, que se reunirá de urgencia y presentará un informe. Cabe destacar que este órgano lo dirige José Manuel Romay Beccaría, de la total confianza de Rajoy -hasta el punto de que le hizo tesorero del PP una vez estalló el caso Bárcenas-.
Romay Beccaría ya tiene el documento prácticamente listo por lo que el trámite no debería de durar más de un día. Una vez esté redactado, se remitirá al departamento de Hacienda y Administraciones Públicas, cuyo titular será el encargado de llevarlo a la mesa del Consejo de Ministros. Será entonces cuando se convoque el gabinete de forma extraordinaria. El domingo o el lunes se barajan como los días más posibles, y el propio Rajoy podría presidir la reunión. Si le hubiera pillado en China, la vicepresidenta lo habría presidido porque "asume las funciones del presidente a todos los efectos".
En el Consejo de Ministros se cumplirán con los formalismos. Es decir, los distintos miembros del gabinete darán su opinión sobre la amenaza planteada por Mas. Tras ello, se encomendará a la Abogacía del Estado que redacte el recurso de inconstitucionalidad que se presentará ante el Tribunal Constitucional solicitando la impugnación de ambas iniciativas –ley de consultas y convocatoria del referéndum- a medida que se publiquen por la Generalidad en el boletín oficial de la comunidad.
"Hemos visto que para Mas el tiempo es muy flexible. Para nosotros no. En cuanto publique, la maquinaria del Estado se pone en marcha en defensa de la democracia y de las reglas de juego", resumió Santamaría en declaraciones a los periodistas en el Congreso. "Nosotros iremos trabajando como hemos hecho siempre", remató la portavoz de Rajoy.
Todos los escenarios se han barajado y tienen respuesta, se asegura en la Moncloa. Rajoy espera que Mas cumpla la palabra dada en el último despacho que celebraron y no haga nada ilegal. En caso contrario, el Ejecutivo promete que hará acatar la ley y la Constitución.