Fuentes del Parlamento catalán han filtradola operación que podría estar estudiando Artur Mas para convertir las elecciones autonómicas en una suerte de plebiscito. Según publica el diario El Mundo, Mas estudia publicar esta misma semana la ley de consultas aprobada el pasado viernes en la cámara regional catalana, y los decretos de convocatoria del referéndum rupturista y de elecciones para el mismo día, el 9 de noviembre.
De este modo, Mas cumpliría su promesa de llamar a los catalanes a las urnas y tendría tiempo de negociar con ERC una lista conjunta con la independencia como programa para los comicios. En el caso de que el Tribunal Constitucional suspenda la Ley de Consultas y el referéndum, los catalanes acudirán a las urnas ese día y pese a que sólo votarían para elegir un nuevo parlamento, su decisión tendría aspecto de plebiscitaria.
¿Convocatoria ilegal?
La convocatoria, no obstante, podría seguir incumpliendo la legalidad ya que, al no tener Cataluña una ley electoral propia que desarrolle lo estipulado en su Estatuto, se regiría por la Ley Orgánica de Régimen Electoral General (Loreg), que en su artículo 42 prevé que las elecciones se celebren 54 días después de ser convocadas. Así, de convocarlas este mismo martes el primer día en el que podrían celebrarse -al menos en teoría- sería el 16 de noviembre.
Es más, de hecho la Loreg especifica en su Disposición Adicional Primera que este artículo 42 es de obligatorio cumplimiento en las elecciones de las comunidades autónomas "en aplicación de las competencias que la Constitución reserva al Estado"
Mas, no obstante, se apoyaría en lo previsto en el Estatuto, que se limita a decir que las elecciones se celebrarán entre 40 y 60 días después de la convocatoria. Esto daría al presidente de la Generalidad toda esta semana de plazo, siendo el lunes 29 el último día en el que podría realizar la convocatoria.
CDC y ERC: lista conjunta
Por si unas elecciones celebrándose alrededor del 9 de noviembre no tuviesen el suficiente carácter plebiscitario, CDC y ERC estarían negociando ya acudir a los comicios con una lista conjunta que tendría un programa centrado en un punto: lograr la independencia.
Sin embargo, el partido dirigido por Duran i Lleida, Unió, que hasta ahora siempre ha acudido a los comicios de la mano de Convergencia, no participaría en este pacto.
A la espera deL impacto que pudiese tener en sus respectivos electorados esta alianza, la suma de las previsiones electorales actuales de ambos partidos supondría que la lista única superaría con nitidez el 40% de los votos y obtendría una holgada mayoría absoluta en el Parlament.