El primogénito de Jordi Pujol Ferrusola abandonaba por su propio pie las dependencias judiciales de la Audiencia Nacional de la calle Prim de Madrid cuando Artur Mas, el presidente de la Generalidad e hijo político de su padre, Jordi Pujol i Soley, admitía en el parlamento regional que si no había "garantías democráticas" en el referéndum que insiste retóricamente en convocar para el 9 de noviembre no estará en su mano "agotar la legislatura". Si bien entre líneas, Mas ha aceptado por fin que a la convocatoria teatral de la consulta seguirá la convocatoria real de unas elecciones autonómicas anticipadas.
El hecho de que ni la fiscal anticorrupción ni el abogado del Estado solicitaran medidas cautelares para el primogénito de Jordi Pujol y Marta Ferrusola no sólo ha sido recibido con alivio en "Can Pujol Ferrusola" sino que ha contribuido a destensar notoriamente el mensaje de Mas, que ha abierto este lunes por la tarde el "debate de política general" del Parlament con el propósito de poder viajar el jueves 18 a Escocia, fecha de la consulta promovida por Alex Salmond. Mas no sólo depende de la agenda parlamentaria, sino que está pendiente de las encuestas escocesas de última hora. Si el balance de las apuestas fuera negativo para sus intereses, Mas anulará el desplazamiento.
Por su parte, el primero de los hermanos Pujol Ferrusola, Jordi, ha rechazado el intérprete de catalán que le ha ofrecido el juez Pablo Ruz, al cargo de las investigaciones sobre el "holding" familiar de los Pujol. Desde que Grande-Marlaska abordara el asunto de los agresores de los diputados del parlamento catalán, en el que agredidos (Mas, Ernest Maragall y Jordi Turull entre otros) y acusados exigieron traductores de catalán, los jueces de la Audiencia Nacional han adoptado el "protocolo" de ofrecer esa posibilidad a testigos e imputados de origen catalán. El hijo de Pujol, asesorado en el trámite ante Ruz por Cristobal Martell, el abogado de Messi, ha declinado la invitación de disponer de un traductor y ha preferido responder a las preguntas del juez en español.
La defensa de Jordi Pujol Ferrusola, Júnior en el mundo de los negocios, ha difundido que el imputado ha negado ser un comisionista y que el acto judicial se ha prolongado durante cinco horas por el interés de JPF, como también es conocido, en aclarar todos los extremos del trasiego de más de treinta millones de euros durante ocho años (2002 a 2010) por trece paraísos fiscales. Su exesposa, Mercè Gironés ha declarado por la tarde durante un par de horas, también en calidad de imputada por sendos delitos de evasión fiscal y blanqueo de capitales.
La conclusión del primer asalto judicial de los Pujol Ferrusola es que la Audiencia Nacional aprieta pero no ahoga y que los expedientes relacionados con los suculentos negocios del clan del expresidente autonómico catalán pudieran resolverse por la vía administrativa. Y más si Artur Mas renuncia a forzar el pulso hasta el extremo de poner las urnas para la consulta y opta por la "solución" de las elecciones anticipadas.
Mas, en su comparecencia parlamentaria (este martes es el turno de los portavoces de los grupos políticos) pasó casi de largo por el caso Pujol y deslizó que su intención es convocar el referéndum, pero que cualquier dificultad que se le anteponga (como una suspensión cautelar del Tribunal Constitucional) será suficiente para que se decante por disolver el parlamento autonómico. Escocia es el argumento que esgrimen los nacionalistas para defender la "prudencia" de Artur Mas, pero el caso Pujol influye con más fuerza en el discurso, el tono y la actitud de Mas una vez superada la fecha del 11 de septiembre.