El caso de la "herencia" olvidada durante más de treinta años por el ex presidente regional catalán, Jordi Pujol, ha provocado un auténtico terremoto en el sector bancario andorrano, que teme una retirada masiva de depósitos ante la "filtración" de las cuentas secretas y el anuncio de dos querellas por parte de Pujol contra sendas entidades financieras, la Banca Privada de Andorra y Andbank.
El dinero de los Pujol-Ferrusola procedente, en teoría, de la herencia del padre de Jordi Pujol, Florenci, fallecido en 1980, se trasladó de uno a otro banco por decisión de Jordi Pujol Ferrusola, el primogénito del matrimonio Pujol-Ferrusola, y ese movimiento es el que dio pie a esa parte de la investigación de la Udef sobre los negocios familiares relativa a Pujol padre.
Si el primer paso de la estrategia jurídica de Pujol fue emitir un comunicado en el que afloraba cuatro millones de euros, el segundo ha sido el de contratar al letrado andorrano Joan Miquel Rascagneres, según informaba el digital independentista Nació digital, diario en el que se le presenta con estas credenciales: "Desde 2013 ocupa la presidencia de la Asociación de Asesores Tributarios y Fiscales, una nueva organización que se fundó con el propósito de difundir las obligaciones y derechos fiscales para un mejor cumplimiento de la actual normativa sobre esta materia en el Principado".
Hace una semana, el Diari d'Andorra sugería que la banca atribuía el "descubrimiento" de las cuentas de los Pujol a un soborno de la Udef.
Esta teoría ha desatado la imaginación de personajes como el nuevo director general de los Mossos d'Esquadra, el exsocialista Albert Batlle, quien ha llegado a declarar que se ha reforzado la seguridad del presidente de la Generalidad ante la "constatación" de la actividad del CNI en relación al proceso. En la consejería de Interior de la Generalidad se atribuye el "acoso fiscal" al ex "president" a la "guerra sucia" del Estado contra el proceso independentista. Ésa es la "razón" por la que Batlle trata de vincular la posibilidad de que Mas se vea salpicado por el escándalo Pujol (es amigo personal del primógenito y debe su posición a los hermanos Oriol, Josep y Oleguer) a un "marcaje" del Estado como el que, sostienen, estaría sufriendo desde hace tiempo la familia Pujol-Ferrusola.