La teoría en CiU y ERC es que el proceso separatista es un movimiento popular, de naturaleza espontánea, basado en el micromecenazgo y con una potencia tal como para movilizar, según sus propias cifras, millón y medio de personas el pasado 11 de septiembre. Según no se cansan de repetir Mas, Homs y Junqueras, se equivocan quienes creen los políticos pueden frenar, modificar, entorpecer o canalizar a la Assemblea Nacional Catalana (ANC).
Este esbozo de situación contrasta, sin embargo, con las facilidades administrativas y las subvenciones encubiertas que reciben las agrupaciones que conforman la ANC, donde está representado todo el amplio movimiento social generado en las más de dos décadas de gobierno de Jordi Pujol. Durante aquellos años se establecieron los fundamentos de una extensa red clientelar que ha cristalizado en toda clase de asociaciones vecinales, culturales, tradicionalistas y deportivas que muestran sin ambages su carácter político al servicio de CiU, ERC, Òmnium Cultural y la Assemblea liderada por Carme Forcadell, a su vez funcionaria lingüística de la Generalidad y líder local de ERC en Sabadell.
Este conglomerado es el encargado de planificar los "escenarios" previos a la consulta del 9-N y el día después de la independencia, cuya proclamación prevé para el 23 de abril de 2015, tras una negociación con el Estado sobre la titularidad de los edificios públicos y bienes de la administración central en Cataluña. Por muy delirante que parezca, la ANC es una plataforma que goza del respeto y estima, en público, de los dirigentes políticos del proceso separatista, ya que es el ariete de las "ideas" de think-tanks como el denominado Centre d'Estudis Jordi Pujol, en el que figuran reputados ideólogos del pujolismo como Salvador Cardús, Joan B. Culla, Xavier Antich o Vicenç Villatoro.
A ellos y a algunos otros intelectuales orgánicos se debe la revista del Centre d'Estudis, denominada VIA, por Valores, Ideas y Actitudes. La Biblia del pujolismo tiene versión papel y versión electrónica, así como un carácter irregular: el penúltimo número es de abril del 13 y el último, del pasado mayo. Una de sus colaboraciones más destacadas es del "Catedrático de Seguridad Informática" de la Universidad Rovira i Virgili (en Tarragona) Josep Domingo, quien en el número primaveral teoriza sobre la necesidad de disponer de unos medios de defensa y seguridad y unos servicios secretos propios para que Cataluña pueda convertirse en un estado soberano. Domingo sostiene, por ejemplo, que "sin capacidades significativas en estos ámbitos (alude a la "inteligencia" y el "ciberespacio") no sólo cuesta sobrevivir como estado sino que cuesta mucho más convertirse en uno. La transición nacional requiere el control de la información y de las infraestructuras críticas. Nuestra inferioridad en materia de servicios de inteligencia se ha hecho patente en los últimos tiempos a raíz de escándalos de escuchas y de guerra sucia".
El texto está a disposición de todos en internet. Se encuentra alojado en la página digital del Centre d'Estudis, que pese a la confesión de fraude continuado se mantiene abierta y en perfecto estado de funcionamiento. Consta en la propia página que se dispone del patrocinio de la Generalidad de Cataluña.