Apenas lleva una semana, pero al nuevo secretario general del PSOE le tocaba este viernes hacer balance del balance del presidente del Gobierno. Resumen del curso político que, tras escuchar a Rajoy, comenzaba Sánchez con "una sugerencia: que pise más la calle. Que hable con los parados, las amas de casa y los pensionistas" porque "desconoce la realidad del país que dice gobernar. Si hay algo que crece es la desigualdad y lo que decrece son los salarios".
En rueda de prensa en Ferraz, el líder del PSOE calificó de "balance dramático" el último año del ejecutivo, a quien acusó de estar "muy cómodo en Moncloa, rodeado de asesores" y de no ser "sensible al sufrimiento de los españoles", cuya clase media soporta 25.000 millones de euros de impuestos "desde que prometió bajar los impuestos a la clase media". Por lo que sentenció una visión "muy alejada" de las percepciones de la gente.
Evitó en todo momento referirse a la cascada de cifras macroeconómicas citadas por el presidente del Gobierno, ni respondió a la pregunta de este diario sobre la corrección al alza en la previsión de crecimiento a partir de septiembre. Sánchez se limitó a señalar un imperativo: "Rajoy no puede llamar recuperación al empobrecimiento de la gente".
Tesis que argumento con la reducción del número de parados que cobran prestación por desempleo: "sólo 5 de cada 10 tiene algún tipo de prestación y esto nada tiene que ver con la crisis. Es una decisión política porque recursos económicos existen", dijo Sánchez en referencia a los 5.800 millones de euros menos en los PGE para las partidas por desempleo. "Tenemos la certeza de que el Gobierno es profundamente ideologizado, y está empeñado en destruir el modelo de igualdad de los españoles".