No ha perdido un segundo. A Susana Díaz le ha faltado tiempo para dejarse caer por Ferraz y demostrar quién participa en la toma de decisiones. Es la primera a quien el secretario general in péctore, Pedro Sánchez, ha recibido en el cuartel general del PSOE en donde la interinidad y las negociaciones predominan por doquier. Desde la cuarta planta de Ferraz, en un despacho cedido por el presidente del PSOE, José Antonio Griñán, junto al de Alfredo Pérez Rubalcaba, negocia ya Pedro Sánchez su prometida Ejecutiva "de integración".
Ha llamado ya a todos los barones del PSOE, salvo a dos "que estaban comunicando", y el encuentro principal con la baronesa andaluza, Susana Díaz, ha ido "muy bien", según las fuentes consultadas por LD. Se habla de nombres, pero más aún de primarias, y la intención, contra lo prometido por Sánchez en el debate entre los candidatos, es posponer la fecha prevista en noviembre hasta después de las elecciones municipales y autonómicas de mayo de 2015.
Así lo habría propuesto Susana Díaz, así lo aceptarían el resto de barones y así lo plantearía Pedro Sánchez a los nuevos órganos de dirección que salgan del Congreso Extraordinario del 26 y 27 de julio. "Si me dices que después de las europeas, la consulta a la militancia y el Congreso Extraordinario, dentro de cuatro meses tenemos que hacer otras primarias, se me cae el alma a los pies", dicen a Libertad Digital fuentes del entorno del recién elegido líder del PSOE.
"La gente está agotada. Y, de por medio, la consulta catalana". Precisamente el calendario catalán es uno de los argumentos que puede blandir la nueva dirección del PSOE para posponer la fecha de las tan ansiadas primarias para la elección del candidato a La Moncloa.
"Pero Pedro tiene que tener cuidado porque se comprometió a ello y los chaconistas se pueden cabrear". Y es que el entorno de la desterrada Carmen Chacón, que ha apoyado a Pedro Sánchez en esta consulta a la militancia, espera su momento para la carrera a la Moncloa. Y en esa batalla "estará Chacón y estará Pedro, aunque ahora haya habido sinergia".
Las primarias podrían ser así la primera piedra en el zapato de un Pedro Sánchez que este lunes ha querido escenificar su alianza con la presidenta andaluza sin hacer, ninguno de los dos, declaraciones ante los medios de comunicación, pero sí dejando una imagen que constituía en sí misma una auténtica declaración de intenciones. Pedro Sánchez salía a recibir a Susana Díaz a la puerta de Ferraz, alejándose unos metros para que la decena de cámaras de televisión pudieran grabar el mediático paseíllo.
A puerta cerrada, la negociación de una Ejecutiva de integración en la que habrá que ver el poder de la cuota andaluza y si la presidenta andaluza ocupará, como ocurrió con Manuel Chaves y José Antonio Griñán, el puesto de presidenta del PSOE. Algunos lo dan por hecho aunque desde el entorno andaluz se deja caer que Díaz "no quiere ocupar la presidencia, no quiere más cargo institucional que el suyo". No le hace falta. Su desembarco en Ferraz comenzó ya hace tiempo cuando se retiró de la carrera y se propuso aupar a Pedro Sánchez. El domingo por la noche, el titular era unánime en la sala de prensa: "Ganó Susana".