Artur Mas reclama ahora buscar una solución "en la que todo el mundo gane", pero el Gobierno no ha perdido el tiempo en entrar en el juego. "No se trata de ganar o perder, sino de que la ley no puede perder nunca y nos obliga a todos", le replicó desde la mesa del Consejo de Ministros Soraya Sáenz de Santamaría. Esto es, habrá diálogo pero siempre en el marco de las reglas de juego y, en este momento, la Generalidad se mueve fuera de ellas.
La vicepresidenta articuló una contundente y calculada respuesta para que no haya dudas. Más aún, después de que este diario desvelara el debate en el seno del Ejecutivo sobre cuál ha de ser la hoja de ruta de Mariano Rajoy tras las elecciones europeas, que se consideran clave para comprobar el apoyo ciudadano de CiU. Lo que quiso dejar claro Sáenz de Santamaría es que "la ley es muy clara" y Mas no puede excederse en sus competencias.
"No podemos dialogar sobre una proposición ilegal", acotó aún más la número dos del Gobierno. Para reforzar su postura, volvió a mentar el pronunciamiento tanto del Tribunal Constitucional como del Congreso que "sería bueno que -Mas- lo tuviera presente". Y puso en valor las palabras del presidente en el Senado esta misma semana, cuando pidió a CiU "imaginación" y que ofrezca una salida a la crisis, siempre dentro de la ley.
El Gobierno, en Cataluña
Sobre el debate interno -a fin de endurecer el discurso o buscar nuevos interlocutores tras el 25M-, el Ejecutivo mantuvo el esperado silencio oficial. Si bien, defendió su presencia en Cataluña cuantas veces quiera y sin que tenga que avisar a la Generalidad. El procedimiento, explicó Sáenz de Santamaría con media sonrisa, es informar a las Delegaciones del Gobierno, pero no a las administraciones regionales. "Es la forma de actuar", zanjó, dando a entender que Mas se había inventado la polémica.
Fuentes del Ejecutivo destacaron la gran acogida que Sáenz de Santamaría tuvo esta semana en la Ciudad Condal, cuando se reunió con responsables de editoriales. "Están encantados de que vayamos", recalcaron. Preguntada sobre si en esos encuentros alguien le planteó los deseos de ruptura que defiende Mas, la vicepresidenta respondió que "hay necesidades de los ciudadanos más allá del debate que plantea" el presidente autonómico. El Ejecutivo, informó por varias ocasiones, trata de cumplir con sus "obligaciones y seguir gobernando" porque "hay que consolidar la recuperación y sería bueno que todos trabajáramos en eso".