Todo depende del presidente, por lo que podría quedar en nada, pero la dirección nacional tiene un escenario previsto según el cual la designación del cabeza de cartel a las elecciones europeas es inminente. Según varias fuentes, "la lógica hace pensar" que el candidato sea arropado por el partido en la Intermunicipal, que se celebra en Valencia los próximos viernes y sábado.
Antes, tendría que llegar el anuncio. El desarrollo de los acontecimientos sería el siguiente: Mariano Rajoy da un nombre a Alicia Sánchez Camacho, a la sazón presidenta del Comité Electoral Nacional, que de inmediato convoca al órgano interno para aprobar lo que lo que se ha venido a denominar, incluso internamente, como el dedazo. Después, se informa a los medios de comunicación a través de comunicado.
Las fuentes consultadas, entre la cúpula y la baronías de la formación, opinan que Rajoy podría mover ficha el jueves o el viernes. Si es el primero de los días, el comunicado del Comité Electoral le pillaría en Bruselas, por lo que su primera "felicitación" para el elegido llegaría desde la capital comunitaria, con todo lo que esto conlleva de simbólico. En todo caso, siendo jueves o viernes, el presidente podría solventar el recambio gubernamental -si es que se produce- en el Consejo de Ministros y ya el sábado darle su primer espaldarazo público en Valencia.
De momento, los protagonistas - aquellos señalados con más insistencia en las quinielas internas y mediáticas- aseguran que no han recibido la llamada del jefe y ya se descartaron públicamente en su día. Esto es, ni Miguel Arias Cañete ni Esteban González Pons se dan por aludidos, aunque se mantienen a la espera. "No sabemos lo que quiere el presidente", aseguran a estas alturas, si bien matizan que "lo razonable" es que esta semana se desvele el entuerto.
Sin rueda de prensa en Génova
A la espera de que Rajoy se pronuncie, María Dolores de Cospedal reunió este lunes al Comité de Dirección para analizar la precampaña electoral y trabajar en la estrategia. Al término, nadie compareció en rueda de prensa en gran parte por el desconcierto que existe. "Nos vais a preguntar por el candidato y no tenemos nada nuevo que decir. Lo mejor es esperar", sintetizaba un miembro de maitines, según el cual aún no se están haciendo encuestas. No las habrá hasta que se tenga el nombre, según argumentó.
En la dirección y algunos barones se reconocen el tanto de que Elena Valenciano está dando "puñetazos en el aire" al no tener rival al que enfrentarse. Incluso ha entrado al trapo Alfredo Pérez Rubalcaba, según quienes defienden esta tesis. Pero llegados a este punto, pueden más los nervios y hoy prácticamente no hay cargo que quiera que Rajoy resuelva la situación.
Existen dos corrientes sobre quién será el elegido. La mayoritaria, más tras su puesta en escena este fin de semana, es que Miguel Arias será designado candidato. "Es el más preparado", repiten. Para no dar una sensación de crisis de Gobierno, algunos apuntan a que el ministerio quedará en manos de su número dos, Isabel García Tejerina. Dentro de este sector están los que, en cambio, creen que el presidente aprovechará para una remodelación más profunda que podría afectar a Ana Mato (Sanidad) o José Ignacio Wert (Educación). En el entorno de ambos ministros desmienten que haya movimiento alguno.
Por su parte, están los que interpretan que será González Pons para "evitar líos". El que la Intermunicipal se celebre en su tierra alimenta estos rumores, que se multiplican en las estructuras regionales. "Así Rajoy se evitaría una crisis de Gobierno y premiaría a Pons que se quedó tocado al no ser ministro", simplifica un diputado. Otros nombres que han sonado, y que ante el silencio del líder no se descartan, son el de Iñigo Méndez de Vigo o José Manuel García Margallo.
Si el candidato se conoce esta semana, las fuentes consultadas consideran que "la batalla" por el resto de la candidatura se librará antes de Semana Santa. Entonces, sí que se moverán -ya lo están haciendo- las estructuras regionales con el objetivo de mantener las cuotas. Quienes comparten esta hoja de ruta sitúan el pleno sobre Cataluña como punto de inflexión: antes, el candidato, después, el resto de la lista. Aunque, a todas estas opiniones siempre, sin excepción, se corea: "Rajoy es el que decide". Por lo que este escenario podría convertirse en papel mojado; de hecho, existe alguna voz que advierte de que nos podríamos ir hasta más allá del viernes de Dolores.