Mariano Rajoy lo ha vuelto a conseguir: desesperar a los suyos con el manejo de los tiempos. De nuevo, el nerviosismo llega principalmente de las estructuras autonómicas y locales de la formación. No entienden que el presidente les pida que se movilicen de cara a las elecciones europeas pero que no desvele el candidato. "Sólo queremos un nombre, alguien por el que pedir el voto", se exasperaba un líder autonómico. José Ramón Bauzá (Baleares), Ignacio González (Madrid) o José Antonio Monago (Extremadura) instaron públicamente a acabar ya con el misterio.
Pese a la presión mediática e interna, el presidente mantiene la incógnita. Reunió al Comité Ejecutivo este lunes y saltaron las alarmas. Cargos con habitual "información de la buena" y barones autonómicos coincidieron en que se podría producir el anuncio. Pero desde Moncloa se daban signos de todo lo contrario: la cita interna "tocaba" según el calendario y la elección de Jaime Mayor Oreja "se hizo por sms" y, después, fue refrendada por el Comité Electoral. Cuando se supo que Miguel Arias Cañete ni tan siquiera participaba en la cita, las expectativas se desvanecían.
Rajoy le ha dicho a su entorno que no tiene prisas y que podría apurar los plazos, algo que rechazan en el PP. A puerta cerrada, ante líderes regionales y altos cargos, el jefe del Ejecutivo hizo un amplio análisis electoral y dio una batería de datos sobre participación. "La abstención es el peligro", subrayó, pidiendo una y otra vez una movilización histórica de los suyos. "En todos los lados se castiga a los grandes partidos", argumentó, reclamando cambiar la tendencia.
"Tenemos que ganar, no distraernos"
La economía ha de ser el eje de la campaña, en opinión de Rajoy. De ahí que también hiciera un amplio diagnóstico en este sentido para llegar a la conclusión de que "estamos en el buen camino". Fue entonces cuando se revolvió contra los eslóganes de la oposición, y en especial del PSOE: "Si te pones malo te sigues tratando", simplificó a la hora de hablar de Sanidad pública. También se refirió a las pensiones.
Si algo quiso que quedara en la retentiva de los suyos es que no deben distraerse. Lo dijo varias veces a lo largo de su intervención. "Tenemos que ganar las elecciones y no distraernos con otras cosas", empezó. "No abrir debates públicos que no ayudan nada", insistió en un segundo compás. A Rajoy cada vez le enfada más el denominado "ruido" que ha hecho que los congresos de Andalucía y País Vasco se hayan visto ensombrecidos. Por cierto, y por si quedaran aún dudas, felicitó a sus nuevos líderes: Juanma Moreno y Arantza Quiroga, respectivamente.
Ante Rajoy, los barones no rechistaron. Pero están inquietos y quieren ya un candidato por el que hacer campaña y movilizar a las bases. "Aunque sólo sea por el calendario, ya toca", defendió Monago a las puertas de la sede nacional. "Sería bueno" despejar la incógnita, coincidieron Bauzá y González. Sólo Alberto Núñez Feijóo se sumó a la tesis de Ramón Luis Valcárcel -el único que sabe que estará en la lista europa- de que cada vez que habla Elena Valenciano les hace la campaña. "No hay excesiva prisa", llegó a decir el gallego.
El rumor de González Pons continúa
Mientras, el silencio sigue generando rumores. El más fuerte en los últimos días llegaba del propio Gobierno: ¿Y si no es Arias Cañete? ¿Y si es Esteban González Pons? En una reciente comparecencia, el vicesecretario general no se descartaba, pero daba la impresión de que no le gustaba mucho la idea. Sea como fuere, y por amplia mayoría, el ministro de Agricultura es el favorito. "Sería excelente", en palabras de Feijóo.
En Dublín, en el congreso del PP europeo, eurodiputados y altos cargos lo daban por seguro. Miguel Arias gusta por sus conocimientos y por su trato cercano. Se mojó, por ejemplo, Antonio López Istúriz, que le ve el mejor candidato. Gana cada vez más peso la posibilidad de que Marimar Blanco forme parte de la lista en la zona noble, lo que deja a Teresa Jiménez Beceril en una compleja situación. "Ella quiere y parece que van por ahí los tiros", en voz de un alto cargo.
Cospedal: "Aquí no se retrasa nada"
Ante la mezcla explosiva de rumores y silencio, María Dolores de Cospedal trató de salir al paso en una comparecencia en la que la falta de noticias centró la ronda de preguntas. Hasta seis, y todas con la misma respuesta: "Aquí no se retrasa nada. Cada uno elige los tiempos que le parecen bien", intentó defender a su jefe.
A la número dos del PP le preguntaron de todas las formas posibles, pero ella se ciñó al guión. En su largo discurso, Rajoy no había hecho ni el amago y ella debía defenderle. Arias Cañete, que en las últimas horas no ha recibido la llamada, ni tan siquiera fue y mantuvo su agenda oficial. Y Cospedal ofreció una nueva fecha, cada vez más próximas a Semana Santa: el plazo acaba el siete de abril.
"Creo que es muy serio dar el candidato dentro del plazo que tenemos. Cada uno administra los tiempos como le parece más oportuno y hay un plazo que cada uno utiliza como considera. Lo que no sería serio es si terminara el plazo y no se hubiera dicho el candidato, pero los plazos están para utilizarlos", fue el argumento esgrimido por Cospedal, que intentó rebajar el dramatismo e incluso se rió en varias ocasiones. "Va a ser más próximo a Semana Santa", deslizaban algunos cargos por sms, incluso ministros, mientras Rajoy aún hablaba.
Tanto Cospedal como Carlos Floriano -responsable de la campaña- intervinieron en el Comité para buscar la movilización. En este sentido, este miércoles el propio Rajoy reúne a los presidentes locales e insulares del PP para pedirles su implicación. Si bien, en privado, lo que ellos reclaman es un candidato, para poder salir a la calle con más fuerza. A la número dos le preguntaron si la incógnita puede beneficiar a Valenciano, la propuesta del PSOE, pero ella lo negó de forma tajante.
"Nada nuevo bajo el sol"
Los integrantes del órgano interno salieron del órgano interno repitiendo la ya habitual frase de "nada nuevo bajo el sol". Algunos barajaban que retrasa la designación para hacer más cambios en el gabinete, y de ahí que el anuncio pueda ser próximo a Semana Santa. Pero en el Ejecutivo, ministros consultados en los últimos días no se movieron de la idea de que los cambios, de ser, serán mínimos.
"Esto despierta más expectación en los medios que dentro del propio PP", remató Cospedal, como si nada se moviera internamente. Pero barones y altos cargos están descontentos, y más viendo lo mal que ha salido todo en País Vasco y Andalucía. Según las fuentes consultadas, ya sólo quedan dos partidos de centro-derecha sin candidato en la UE: Bulgaria y España.