Resuelto el debate, vuelta al ruido. No pasaban unos minutos desde que bajara de la tribuna de oradores y ya era preguntado por el candidato a las elecciones europeas y una hipotética crisis de gobierno. El presidente sigue manteniendo la incógnita, e incluso asegura a pesar de las quinielas mediáticas e internas que aún no ha pensado sobre ello.
En los círculos populares se transmitía mucha tranquilidad tras el rifirrafe del presidente con el líder de la oposición y el resto de portavoces. El propio Mariano Rajoy alimentó esta sensación al reunir a la mayoría de los ministros al término del debate en la zona de gobierno del Congreso. Una reunión informal en la que recibió la felicitación de los suyos por "haber ganado" y en la que despacharon de forma animada.
Los ministros creen que Rajoy "ni se ha despeinado" y que ha logrado centrar la discusión en la economía. "Siendo realista, es mucho lo que tenemos que afrontar pero ya podemos mirar las cosas de manera distinta y espero que la gente empiece pronto a sentirlo", decía en los pasillos el presidente, visiblemente satisfecho. Ya sin micrófonos, admitía que el mano a mano con Alfredo Pérez Rubalcaba le supo a poco.
"No parecía que debatía conmigo", precisó encogido de hombros. Es la teoría más extendida en el Ejecutivo; que el líder socialista hacía "un mitin" para su parroquia, pero que no tiene plan económico alguno. "Datos, datos", le reclamó en el pleno Rajoy, y aún este miércoles sus subalternos tiraban de la tesis. "Gritando no se gana nada. Nosotros tenemos un plan, Rubalcaba solo habla del aborto", en voz de un alto cargo. En ocasiones, Rosa Díez llegaba a recibir más críticas que el líder del PSOE.
La presidencia de la Comisión
Dado por ganado el pulso parlamentario del año, el runrún volvió a las filas populares. ¿Candidato a las europeas? ¿Crisis de gobierno? En este tema, el jefe del Ejecutivo fue más socarrón y lacónico si cabe: "No he pensado" en el cabeza de cartel, dijo con una media sonrisa. Le repreguntaron, y él insistió: "He estado en el debate".
En el Gobierno dicen que no da señal alguna, al menos con más de una persona delante. Los ministros proclaman no temer por su puesto e insisten en que de haber cambios serán menores. Así lo piensan incluso quienes se ven achicharrados en la prensa. El nombre de Miguel Arias Cañete sigue estando encima de la mesa -"Yo no lo descarto porque es un buen candidato, pero es mi opinión", respondía un colega del gabinete- pero ya nadie pone la mano en el fuego.
La posibilidad de un ministro casa con los trabajos de España para hacerse con la presidencia de la Comisión Europea. José Manuel Durao Barroso está de salida y Rajoy aspira a colocar a uno de los suyos previa negociación con Ángela Merkel, la canciller alemán. La candidatura del PP europeo a este puesto surgirá del congreso de Dublín, y de ahí que el presidente siga retrasando la elección, según fuentes de la dirección nacional.
Si esta opción se hiciera realidad, aparecen tres nombres en la terna. Además del de Arias, el de José Manuel García Margallo -Exteriores- y el de Iñigo Méndez de Vigo -secretario de Estado para la Unión Europea-. Todos los representantes españoles (más de 50) estarán en Dublín por su hubiera que votar para intentar lograr el puesto.
La opción de González Pons
Mientras, ante el silencio del presidente, en la Cámara Baja saltó un rumor que se extendió como la pólvora: que el dedo divino se podría posar en Esteban González Pons, vicesecretario general de la formación. En Génova no le dan mucha verosimilitud y reiteran que "un ministro" sería "el candidato más potente posible", pero el nombre saltó de ministros a diputados durante toda la jornada.
Para calentar más el ambiente, este jueves Ramón Luis Valcárcel vuelve a Madrid -presentado en un desayuno informativo por María Dolores de Cospedal- para recordar a todos que se marcha a Europa -formando parte de la zona noble de la lista del PP- y deja la presidencia de la Región de Murcia. Es el único cargo formalmente elegido, aunque cada vez cobra con más fuerza la opción de que Marimar Blanco se vaya a la UE.
Si nada cambia, el presidente parece dispuesto a agotar los plazos. Hay auténtico nerviosismo en Madrid y también Bruselas, donde no pocos eurodiputados temen quedarse fuera. El líder asegura que no le ha dedicado ni un minuto, pero Cospedal dijo en la entrevista de Telecinco que ya había candidato y este lunes retrasó la decisión a después de Dublín. Esto encajaría con la posibilidad de que esté esperando a un cargo comunitario importante para desvelar sus cartas. Mientras, en el Gobierno y en el PP siguen a la intriga: "Visto lo de Andalucía, puede pasar cualquier cosa".