La Generalidad de Cataluña no tiene más impuestos cedidos de los que goza cualquier otra comunidad autónoma. Sin embargo, después de ceder a las presiones de Esquerra Republicana de Cataluña (ERC), el gobierno de Artur Mas va a presentar el próximo jueves lo que han venido a llamar la "Red de Tributos de Cataluña". Se trata del primer paso hacia la "Hacienda Pública catalana" con la que sueña el Ejecutivo separatista de Mas.
Sin ir más lejos, el próximo jueves se inaugurarán las primeras 53 oficinas que se encargarán de la gestión tributaria. Una iniciativa que costará, al menos 400 millones de euros y que estará dotada de 7.000 funcionarios y más de 200 inspectores.
Este lunes, la presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez Camacho, ha criticado la iniciativa con dureza. Según ha dicho "no nos podemos permitir desperdiciar 400 millones de euros por culpa de un proceso ficticio y sin cobertura legal". Por este motivo, ha anunciado que su formación va a pedir "la comparecencia urgente del consejero Mas Colell". Será después de oír al consejero, cuando "valoraremos si actuamos judicialmente", señalaba Sánchez Camacho.
En cualquier caso, el proyecto para tener una administración tributaria propia en Cataluña echa a andar esta semana con esas 53 oficinas. Un sistema que para muchos no es otra cosa que un nuevo ejercicio de propaganda, ya que las competencias de la Generalidad para poder recaudar impuestos son muy limitadas.