El que Ortega Lara haya dado el paso de crear un nuevo partido político -y que encima lo haga con Santiago Abascal- "por supuesto podría hacernos daños", se admite en privado en el Partido Popular. Si bien, se espera que el impacto no sea lo suficientemente dañino como para influir de forma decisiva en las elecciones europeas a pesar de que, de facto, supone agrandar la brecha con una parte importante de las víctimas del terrorismo y, en consonancia, con sus bases.
Con la confirmación de un secreto a voces, Alfonso Alonso mostró su "respeto" al nacimiento de una nueva formación, aunque quiso dejar bien claro que quienes lo conforman "no coinciden" con los ideales del resto de partidos, incluido el PP. "Que aparezcan partidos es un derecho fundamental y no tenemos ningún inconveniente", aseguró al término de la Junta de Portavoces.
La dirección tendrá ahora que analizar el daño que esta irrupción pueda tener en su base electoral. Abascal dejó el PP con una carta muy dura contra Mariano Rajoy por su política antiterrorista y Ortega Lara hizo lo propio meses antes y no disimula su enfado con el Gobierno.
En todo caso, Alonso -que fue compañero de Abascal en los años más duros de ETA- se cuidó de utilizar palabras altisonantes o reproches. "Respeto", fue su máxima. Aunque, a renglón seguido, salió en defensa de sus siglas: "Nosotros tenemos nuestro programa y nuestro proyecto. Defendemos unos ideales en los que creemos y, para mí, sigue siendo la mejor opción", concluyó.