Para el Partido Popular, es el momento de que la Junta de Andalucía se moje y actúe con "contundencia" en la investigación sobre el posible uso de fondos irregulares por parte de UGT. Ya no valen sólo palabras, aducen en relación a Susana Díaz. "Cada vez que hay que investigar, justo entonces, su discurso contra la corrupción queda en nada", afirman populares andaluces.
Una doble vara de medir que también ven en el PSOE, que ha sido muy crítico con el Gobierno por el caso Bárcenas pero ha arropado a su sindicato a pesar de los muchos indicios contra él. "La reivindicación de que son lo mismo que UGT y se solidarizan seguramente es muy inoportuna para muchos militantes socialistas que no se sienten corresponsables en absoluto de las malas prácticas que puedan haber ocurrido en el sindicato", argumentó Alfonso Alonso, al término de la Junta de Portavoces.
Desde el Ejecutivo se es cauto. "Reforzar los controles es bueno y positivo", contestó Mariano Rajoy en su única declaración sobre el escándalo. En Moncloa no quieren entrar en la política del ‘y tú más’ a pesar de que, en privado, admiten que "todo huele bastante mal" y se puede ir extendiendo. En este sentido, siempre responden con el paquete de medidas contra la corrupción que ya está en trámite parlamentario.
Sin abandonar esa prudencia, Alonso sí que exigió a la Junta que se ponga las pilas. "Una actuación contundente que parece que no está habiendo", recalcó en la comparecencia, la primera del PP tras otro lunes sin rueda de prensa en Génova13. Lo preocupante, a su juicio, no es tanto que el PSOE respalde a UGT como que Díaz "no haga nada".
Por todo ello, consideró razonable que el Gobierno andaluz "se persone en la causa", se investigue y se depuren responsabilidades. "La transparencia no desprestigia a nadie", replicó al PSOE, que sólo minutos antes -en voz de su portavoz, Soraya Rodríguez- denunció "una estrategia de la peor derecha thatcheriana". "A veces, lo que desprestigia es la conducta irregular de algunos miembros de los sindicatos y UGT tiene que ser el primero en querer lavar su nombre y depurar a cada uno", argumentó.
Aún más, Alonso se revolvió contra quienes alegan la excusa "de que le persiguen a uno", e insistió en la necesidad de que se aclare lo ocurrido. En privado, se augura que el caso irá a más y afectará "a altos cargos". Además, se pone encima de la mesa "la situación insostenible de la Junta" a raíz de la trama de los ERE fraudulentos.