Aún sin candidato y con muchas incógnitas sobre quienes conformaran la lista electoral al Parlamento Europeo -habrá incorporaciones y varias salidas-, el PP constituyó el comité encargado de planificar la campaña electoral, y que a partir de ahora se celebrará semanalmente teniendo un plenario mensual. El programa de la formación se presentará con todo el boato en la convención nacional, aún sin fecha -se baraja el mes de febrero-.
Carlos Floriano gana más peso interno presidiendo este órgano, del que también forman parte -en calidad de coordinador adjunto- Esteban González Pons, el histórico Juan Carlos Vera y Vicente Tirado; éste último de la máxima confianza de la secretaria general de la formación.
Una reunión que no contó con la presencia de Jaime Mayor Oreja, el hoy jefe de los populares en la Unión Europea. De hecho, la dirección nacional aún mantiene la incógnita sobre quién será el cabeza de cartel. "La decisión corresponde al Comité Electoral", afirmó Floriano, ya en rueda de prensa. Fue repreguntado: "En este momentos de las listas no se está hablando, no hay nada sobre esa cuestión", añadió.
La cúpula del partido y círculos anexos se muestran divididos. Un sector importante considera que con Mayor en los carteles se tranquilizaría a esa parte de las bases hoy descontentas. Esta misma semana, Ana Botella alertó de una posible "fragmentación" si no se es más firme en el discurso; en línea con el perfil del exministro del Interior. Varios de los consultados citan expresamente la relación con las víctimas y el malestar por el fin de la Doctrina Parot: "Jaime nos puede ayudar mucho en este sentido", coinciden incluso al más alto nivel.
Mariano Rajoy -que, finalmente, tomará la decisión- ya ha dicho públicamente que no se deben esperar grandes cambios. Si bien, en Moncloa y Génova también están quienes consideran que Mayor no debe repetir. "Regeneración", proclaman. Marianistas declarados recuerdan que en la presente legislatura el eurodiputado se ha puesto varias veces en contra de las tesis del Ejecutivo; a las portadas llegó el encontronazo con el hoy ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, en un Comité Ejecutivo por el caso Bolinaga. El presidente se puso del lado de Fernández.
Si finalmente Mayor Oreja no lidera la candidatura, la mayoría opina que el presidente le pedirá que se quede en la lista, pero no en el primer puesto. Desde el entorno del exministro repiten el silencio de hace ahora cinco años, si bien en el PP dan por hecho que quiere repetir.
La marcha de Valcárcel
Quién ya tiene un hueco, o así se desprende casi por unanimidad, es Ramón Luis Valcárcel. Precisamente, y el mismo día que Floriano decía que no se habla de nombres, el presidente murciano mantuvo un encuentro informal con periodistas en Madrid en el que confirmó que, con independencia de que su próximo destino sea Bruselas, dejará "sí o sí" sus responsabilidades institucionales el próximo mes de abril.
Cabe recordar que abril es la fecha límite para las elecciones europeas. "Es una idea que me seduce", reconoce. "Es una posibilidad que está tomando cada día más cuerpo", añadió. Si bien, una y otra vez Valcárcel repitió que la "decisión no está tomada", aunque Moncloa y Génova lo dan por descontado y la parte noble de la lista. El 14 de diciembre, Rajoy se trasladará a Murcia para participar en la convención del partido regional, lo que se considera todo un símbolo; de facto, una despedida.
En todo caso, Valcárcel seguirá siendo presidente del PP de la región. Se habla de tres personas como sustituto -el consejero de Presidencia, el vicepresidente económico y el portavoz en la Asamblea-, pero él no quiso desvelar su preferencia. Llegado un momento, se convocará una Junta Directiva.
"Hay más mundo después de la política, yo soy profesor de historia", apuntó Valcárcel, ya con un pie en Bruselas -que, por cierto, ya conoce en calidad de presidente del comité de las regiones-. Con el todavía presidente murciano en la lista, fuentes de la dirección aseguran que aún quedan flecos por cerrar. De hecho, es previsible que primero se conozca el cabeza de cartel y más adelante el resto de candidatos. Los movimientos se dan en un doble sentido: quienes presionan para formar parte y quienes tratan de no caerse de la convocatoria -Teresa Jiménez Becerril ya ha dicho, por ejemplo, que quiere repetir-. A esto hay que sumar el descenso en escaños que advierten las encuestas publicadas hasta la fecha.