La dirección del PP niega la mayor: "Existe una única contabilidad que está fiscalizada" por lo que, todo lo que se salga de esa rotunda afirmación, es rotundamente falso. Así, respondió al último auto del juez Pablo Ruz del que se desprende la existencia de una contabilidad paralela e ilegal que fue utilizada para reformar la sede nacional de la formación, situada en la calle Génova de Madrid.
Una maniobra del juez que pilló a Soraya Sáenz de Santamaría compareciendo al término del Consejo de Ministros, aunque no quiso pronunciarse. Pocos minutos después, un portavoz oficial de Génova replicó al magistrado que el PP disfruta de una única contabilidad y que, en su día, se le fue remitida. Aún más, "está fiscalizada" por el Tribunal de Cuentas y "en ella figuran todos los pagos y cargos del partido".
Lo que sí hizo Sáenz de Santamaría fue poner en valor la Ley de control económico-financiero que prepara la administración y que verá la luz en breve. "Tenemos que trabajar entre todos para que aquellas administraciones que reciben cuantías importantes de presupuesto público actúen con la mayor transparencia posible", defendió. También incluyó a los sindicatos, cuando UGT está en sus horas más bajas por presunta corrupción: la Junta de Andalucía está "obligada” a ser “muy rigurosa” en la convocatoria de subvenciones como en el “control del seguimiento” relativo al empleo de las mismas, enfatizó la vicepresidenta.
Sobre Luis Bárcenas, Mariano Rajoy dio explicaciones este jueves en su primera entrevista en meses en un medio de comunicación pública. "Podríamos haber hecho las cosas mucho mejor, estoy convencido de que sí. Se aprende de los errores y las equivocaciones", dijo en RNE. En todo caso, trató de pasar página: lo importante ahora es aumentar en "transparencia y controles" y evitar “que esto no se vuelva a repetir”.