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Feijóo avisa a Rajoy de que le tendrá en contra si negocia la financiación con Mas

El líder gallego pide a Rajoy que convoque la conferencia de presidentes y rechaza "política de reservados" en materia de financiación.

Alberto Núñez Feijóo ha conseguido algo muy díficil en política: mantenerse en la primera línea y lograr, cada vez que asiste a Madrid, captar una enorme expectación. Desde hace años, conseguidas dos victorias electorales, al presidente gallego se le suele relacionar con la Moncloa. Así lo puso de manifiesto, nada más arrancar el Foro de ABC, Catalina Luca de Tena. Su gestión económica y su discurso -muy claro, por ejemplo, sobre la unidad territorial o la lucha contra la corrupción- le avalan y hacen que siempre siga ahí y que su voz suene más que otras.

El poder gallego y nacional le arroparon, si bien no se esperaba otra cosa. El Gobierno estuvo representado por los ministros Ana Pastor y Alberto Ruiz Gallardón -que dejó, por un rato, las negociaciones para renovar el CGPJ- y el partido por su número dos, María Dolores de Cospedal. Su buena relación con Mariano Rajoy es incuestionable. El presidente suele ponerle de ejemplo de cómo hacer bien las cosas y él, que habla sin tapujos de cuestiones de país, le ha ayudado en los momentos más duros.

Este lunes volvió a ocurrir. Feijóo entonó un discurso en clave nacional, pero sin salirse del guión gubernamental salvo para dar un claro toque de atención en materia de financiación autonómica. "¿Esto es una nación o no lo es?", se preguntó. Y a partir de ahí, y asumiendo la España de los últimos 500 años, hizo una defensa cerrada de la unidad nacional respetando el autogobierno que es ejercido "con normalidad".

De sus palabras se desprende preocupación por lo que ocurre en Cataluña. Tanto que, con solemnidad, reclamó un pacto entre las dos grandes formaciones políticas. "La ambigüedad siempre se va de las manos", expuso. Y lo importante es que tanto PP como PSOE se opongan a modificar los artículos 1 y 2 de la Constitución, que es donde reside la soberanía nacional. Según dijo, Rajoy y su gobierno lo tienen claro. "Y si el PSOE quiere, esta discusión se desinflará con la misma rapidez que se ha inflado", enfatizó.

Lo que pide Feijóo es un acuerdo nacional, y aseguró que el PP quiere. Si se lleva acabo - incluyendo una reforma de la ley electoral-, augura que "la necesidad de los nacionalistas irá disminuyendo" y también su influencia. El problema es que "hay un partido que está debatiendo" si cumplir la Carta Magna, en relación al PSOE. Si bien, con o sin ellos, recalcó: "el presidente lo ha dicho claro, no va a modificar los artículos 1 y 2. No tiene mandato para hacerlo y no está en el programa electoral. Es la voluntad de los españoles".

Rechaza "la política de los reservados"

El elogio a Rajoy fue encendido, salvo a la hora de hablar de financiación autonómica. Entonces no fue tan amable, en tanto en cuanto se escribe de presuntas conversaciones entre el Gobierno y la Generalidad catalana. "La política de los reservados da mucho miedo", dijo sin medias tintas. Lo repitió dos veces: en su discurso inicial y en el turno de preguntas. Luz y taquígrafos frente a "la política a media luz", se reafirmó.

En este sentido, hizo una petición al jefe del Gobierno: convocar lo antes posible la Conferencia de Presidentes Autonómicos a fin de abordar la espinosa cuestión pendiente. "Habría que usarla con más frecuencia", criticó. No obstante, fuentes consultadas negaron que exista a día de hoy una fecha para el cónclave, que en todo caso se celebraría ya en 2014.

Fue su única advertencia a Rajoy, pero clara. Si el presidente apuesta por negociar al margen de la conferencia con Artur Mas, le tendrá en contra. "Estamos hablando de dinero", apuntó hace unos meses un ministro clave, provocando el enfado de los barones del PP. Luisa Fernanda Rudi, Alberto Fabra o Ignacio González se han pronunciado en términos parecidos en fechas recientes. Si bien, en conversación informal, Feijóo dijo no tener constancia de que exista negociación como tal, más allá de contactos para tratar de relajar la ofensiva secesionista. "No cambio ningún cromo en Cataluña", dijo el presidente en el último Comité Ejecutivo.

Asegura que no quiere regresar a Madrid

Por lo demás, Feijóo volvió a parecer el perfecto candidato a dar el salto que guarda la compostura y promete que sus aspiraciones están cubiertas. De hecho, volvió a dar un paso atrás para situarse detrás de Rajoy. "Oiga, un respeto a mi pueblo", bromeó con respecto a Galicia. "Es tan importante o más que un ministerio", recalcó.

La pregunta más peliaguda fue sobre José María Aznar, con quién también trabajó durante años y del que admitió su "contundencia". Tuvo que retratarse. Frente a quienes acusan a Rajoy -como el expresidente- de no coger el toro por los cuernos, Feijóo -que precisamente se caracteriza por su vehemencia política- protestó: "Lo importante no es como uno se expresa sino como uno gobierna, y Rajoy es contundente". Y aún remató, con la cuestión catalana de fondo: "Necesitamos presidentes que no se pongan nerviosos en momentos de enorme tensión. Que mantengan la templanza" pero, eso sí, "con contundencia en las determinaciones". Y de sus palabras se desprende que, en su opinión, Rajoy cumple con todos esos requisitos.

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