Ana Botella agotará la legislatura. Esto parece claro. Cosa distinta es que encabece la candidatura del PP al Ayuntamiento. "Reafirmo mi compromiso personal y político con Madrid", dijo tras el fiasco olímpico. Pero en el Gobierno y el partido son cada vez más los que creen que su tiempo tiene fecha de caducidad y que Mariano Rajoy, aunque le cueste, tendrá que tomar decisiones para tratar de mantener la plaza electoral.
Cuando se pregunta por Botella, muchos arrancan con cierta condescendencia. "Pobrecita", dicen. "No ha tenido suerte", justifican. "En algunas cosas ella no tiene culpa, pero ha tenido que lidiar con ello", interpretan. El Madrid Arena, el fracaso olímpico y ahora la salvaje huelga de basuras: tres crisis que irremediablemente marcaran su futuro político. No ha tenido la culpa directamente de todo, argumentan, pero sí ha tenido que gestionar las tres situaciones con más o menos brillantez.
A estas alturas, la mayoría opina que será la propia Botella la que, en su momento, se retirará sin hacer ruido. Hasta entonces, lo intentará hacer lo mejor posible. Quiere ser recordada como la regidora que puso las cuentas en orden, tras la herencia recibida por Alberto Ruiz Gallardón. Hay quienes dicen que si en algún momento se vio con fuerzas para presentarse a unas elecciones -ella siempre utilizó el veredicto olímpico como punto de inflexión- ha descartado la idea. De momento, Botella sólo ha puesto encima de la mesa su "compromiso" con al ciudad.
Unos hablan de "injusticia", otros afirman que "el cargo le venía grande desde el principio". Sea como fuere, en las estructuras de poder apuntan a un relevo sin tensión. La posibilidad de perder Madrid -tras las mayorías absolutas de Gallardón y Álvarez del Manzano- es algo que aterra al PP, acostumbrado a vender esa victoria como antesala de lo que ocurriría en los comicios generales.
Ministros consultados, aún recalcando que será Rajoy el que tome la decisión, apuestan por la marcha de Botella. "Lo que ha ocurrido con la basura ha sido la puntilla. Hoy por hoy, creo que no es posible, pero hasta 2015 -año de las elecciones- queda un mundo en política", en voz de uno de ellos. "Sería un error que continuase. Si por no coger el toro por los cuernos Rajoy deja las cosas como está, podemos perder perfectamente Madrid", analiza un diputado muy crítico.
Las posibilidades de Aguirre
La hipotética marcha de Botella pone encima de la mesa otro nombre: el de Esperanza Aguirre. Ella ni confirma ni desmiente su deseo de terminar su carrera política en el consistorio: "La política es mi vida", suele contestar a la pregunta. En este punto también existen varias teorías: están quienes ven muy improbable que Rajoy se lo pida -"Tras todo lo que le ha hecho", usan como coletilla- y también los que no están convencidos de que Aguirra quiera. "La mayoría absoluta no está asegurada, y no la veo teniendo que negociar con UPyD", afirma un alto cargo.
La posibilidad de que Soraya Sáenz de Santamaría deje el Gobierno para irse a Madrid parece del todo descabellada. Cristina Cifuentes también forma parte de la terna, pero de momento sigue apartada de la vida pública tras sus accidente de tráfico. Se lo pida o no Rajoy, lo cierto es que Aguirre está en la mente de la mayoría de consultados, aunque reconocen que es pura especulación.
Las encuestas de Arriola
Sí es seguro que el presidente esperará a los estudios de Pedro Arriola, su sociólogo de cabecera, sobre intención de voto e impacto de posibles candidatos. Aún sin tener esa encuesta encima de la mesa, los cargos consultados auguran que Aguirre siempre sacaría más votos que Botella; la duda reside en si lograría hoy por hoy la mayoría absoluta.
Oficialmente, eso sí, el PP evita los contubernios. El miércoles, en plena crisis por la huelga de basuras, el partido a nivel nacional emitía un comunicado que firmaba Manuel Cobo, secretario ejecutivo de política local, con el único objetivo de apoyar a la alcaldesa. "Botella está actuando hasta donde la ley le permite actuar, cumpliendo con sus compromiso contractuales". En otras palabras, "esta cumpliendo con la ley y sus obligaciones".
Mientras, Botella seguirá trabajando. Su intención es recuperar impulso gracias a su política económica. En la Comunidad, Ignacio González -la relación entre ambos no es la idónea- también está a la espera, aunque parece haber encontrado su hueco. En Génova apuestan por su continuidad a pesar de su enfrentamiento con Cristóbal Montoro. En ambos casos, Rajoy guarda silencio. "No toca hablar de candidaturas", añade María Dolores de Cospedal. Pero, en privado, todo el mundo en el partido habla de ello.