La inquietud entre los barones sobre los posibles movimientos de Mariano Rajoy en Cataluña es grande. Su despacho fuera de agenda con Artur Mas marcó un punto de inflexión y, a partir de entonces, algunos líderes autonómicos han advertido -incluso públicamente- que no permitirán una financiación ventajosa para esta región. Ante este clima creciente, el presidente trató de disipar las dudas a puerta cerrada: "No tengo ningún pacto ni extraño ni no extraño, ni cambio ningún cromo. Eso no es verdad", aseguró.
Si bien, aunque para el Gobierno "no toca" hablar de financiación, los barones pusieron encima de la mesa sus dudas y miedos en el órgano interno. En ocasiones, el debate fue intenso. Rajoy expuso su calendario: antes de que termine el año estará listo el informe sobre el modelo aún vigente y se publicarán las balanzas fiscales y no será hasta 2014 cuándo arranque la negociación.
Discusión sobre las balanzas fiscales
Dos puntos generaron fricciones. Sobre los tiempos, Ignacio González replicó: "El modelo de financiación que impusieron los socialistas caduca en tres meses". Aunque las mayores tensiones se vivieron a propósito de la publicación de las balanzas fiscales. Algunas comunidades -no es el caso de Baleares y Madrid- criticaron que este hecho pueda utilizarse "como criterio" para el modelo que se tiene que negociar. Instaron, uno a uno, a que sea "un instrumento más" a tener en cuenta pero, ni mucho menos, un elemento decisivo.
El presidente defendió la publicación en aras de la "transparencia" e insistió en que la negociación sobre la financiación no llegará hasta 2014 y no será bilateral sino que afectará al conjunto de las comunidades. Cristóbal Montoro, que también tomó la palabra, no pudo ser más sintético: "Dejemos de hablar ya de financiación".
Estará el 23 de octubre en Barcelona
A vueltas sobre el órdago secesionista, Rajoy defendió que su postura está "meridianamente clara" y se basa en la defensa del ordenamiento jurídico y la Constitución sin que esto no suponga "dialogar todo lo que se tenga que dialogar". En este sentido, Mariano Rajoy -que el día 23 estará en Barcelona para presidir un foro económico- volvió a defender sin cámaras delante una interlocución alejado del ruido mediático pero con una línea roja: la ley y el estado de Derecho.
Los barones salieron de la reunión -más larga de la habitual, en la que prácticamente hablaron todos los líderes regionales que asistieron- a la expectativa. Están quienes seguirán "muy atentos" a los movimientos que haga Moncloa.