María Dolores de Cospedal ofreció estabilidad y principios frente a un PSOE que se suma "a toda manifestación separatista", en relación a Cataluña y Baleares. "Somos el único partido nacional que representa la unidad y la pluralidad de España", aseguró en la Interparlamentaria del PP de Andalucía, no sin reclamar a los suyos "la determinación de siempre" ante las vacilaciones del principal partido de la oposición.
En Andalucía, una región en la que el sentimiento regionalista es prácticamente nulo, la secretaria general del PP se comprometió a "no jugar con las cosas serias", como es el órdago separatista de Artur Mas, al que no mencionó. "No se juega con las fronteras", se reafirmó, denunciando los distintos discursos del PSOE. En Cataluña, pero también en Baleares, en el que los socialistas han compartido protestas con colectivos "más extremistas que los nacionalistas", en palabras de José Ramón Bauzá, presidente de las Islas. "Yo le pediría al PSOE que aprendiera a defender a su país por encima del PSOE", se quejó, no sin reclamar a Alfredo Pérez Rubalcaba su idea de España.
Haciendo un análisis aún más amplio, la número dos de los populares denunció que hay "auténticos profesionales de la pancarta", que antes estaban en el poder y ahora cargan contra el Gobierno. Si bien, en pleno debate sobre qué es la mayoría silenciosa que pregona el Ejecutivo, aseguró que "la calle no les sigue" y los españoles siguen confiando en el PP. Tanto es así que auguró, pese a las encuestas, que seguirán contando con el apoyo de los ciudadanos en los comicios venideros.
España frente a Italia
Como ingrediente para recuperar esa confianza, Cospedal ensalzó los Presupuestos "de la recuperación". Y tiró de optimismo moderado: "No vamos a precipitarnos y no vamos a crear falsas expectativas", si bien -a su juicio- existen indicadores que señalan una recuperación que empieza a notarse "en la calle". "Siempre hemos salido con un gobierno del PP", arengó, aunque reconoció que está siendo "despacio" por la gravedad de las circunstancias.
El otro ingrediente que ofreció fue el de la "estabilidad". Para ello, incluso recurrió "a lo que estamos viendo que pasa en Italia", como un Gobierno en la cuerda floja por un Parlamento fraccionado. Aquí, el PP gobierna con mayoría absoluta -su poder territorial es el mayor de la historia de la democracia-, y Cospedal lo calificó como una "clara ventaja" para que Mariano Rajoy pueda llevar acabo su programa de reformas. "El compromiso con los españoles va mucho más allá del interés del PP, mucho más allá. Estamos defendiendo el interés general y el interés de España", aseguró.