La situación económica, la Sanidad, el desafío nacionalista y los problemas de corrupción han sido los cuatro grandes asuntos que ha abordado Esperanza Aguirre en la primera reunión del Comité Ejecutivo Regional del PP de Madrid tras las vacaciones, en lo que ella misma ha denominado "el inicio del curso político" del partido.
La expresidenta de la Comunidad de Madrid ha empezado su intervención recordando las elecciones de 2011 como "el mayor éxito electoral de la historia" de su partido, pero ha admitido que "a pesar de ese éxito" los problemas a los que tienen que enfrentarse los populares "son los más difíciles de nuestra historia".
Así, ha hablado de la situación económica y ha alabado la gestión de los responsables en la CAM y en los 140 ayuntamientos que gobierna el PP, calificándola de "ejemplo de coherencia, seriedad y buena administración".
Apoyo a Lasquetty y González
Aguirre se ha detenido especialmente en la cuestión de la Sanidad y en los problemas en los tribunales que está teniendo el gobierno regional para sacar adelante el proceso de externalización de la gestión de seis hospitales de la Comunidad.
La popular ha criticado "esas operaciones" que en su opinión "pueden anular la función del poder ejecutivo, que es gobernar dentro de la ley pero no sometidos a docenas de querellas" que, además, "no se presentan en bloque" sino que se reparten por distintos juzgados.
"Parece que jugaran a la ruleta de los jueces, sin calibrar el daño que puede hacerse al sistema", ha asegurado, culpando de esta "estrategia de obstrucción" a "los socialistas, los comunistas y sus sindicatos".
Así, ha querido expresar de forma explícita "el apoyo de todo el partido" a los que en el ejercicio de sus responsabilidades "se encuentran con una oposición maniobrera" de este tipo, ha dicho en un mensaje que parecía explícitamente destinado a Ignacio González y el consejero de Sanidad, Javier Fernández – Lasquetty.
Sobre Cataluña
Tras el revuelo por su conferencia en Barcelona, Aguirre ha querido abordar también el problema del separatismo, y lo ha hecho empezando por asumir errores propios y ajenos: "Los políticos de derecha e izquierda hemos cometido errores", ha asegurado, como "no reconocer que los nacionalistas son insaciables" o "sobrevalorar" el apoyo que de verdad tienen en la sociedad catalana.
También ha asegurado que "el Estado ha dado demasiados pasos a atrás en Cataluña" y ha criticado "el comportamiento del PSC y la aquiescencia" que reciben los socialistas catalanes "desde Ferraz".
Aguirre ha querido explicar el titular que hace dos semanas captó más la atención de los medios, y ha dicho que cuando pidió "catalanizar España" se refería a "que todos los españoles conozcamos mejor Cataluña, su cultura y su lengua".
Cataluña, propiedad de los españoles
En este asunto Aguirre también ha querido dejar claro que "ningún país puede aceptar el derecho a la secesión", ninguno de Europa ni por supuesto España, "ni tampoco lo aceptaría una hipotética república catalana".
En este sentido, ha recordado que "España no se puede trocear porque lo quieran algunos", ya que el país "es propiedad de todos los españoles y no de unos pocos", y menos todavía "de algunos políticos". La popular ha querido dejar esto claro recordando que "Cataluña, como Madrid o Canarias es propiedad de todos los españoles".
Aguirre ha recalcado además lo "insensato" de un proceso "que está basado en cultivar el rechazo al resto de los españoles" y que el simple hecho de convocar un referéndum secesionista en el que participen sólo los catalanes supone una quiebra de la unidad nacional".
Finalmente, se ha referido a los socialistas y ha criticado su tibieza en este asunto o cuando no su apoyo al secesionismo, de lo que ha puesto como ejemplo lo que ocurre en Baleares. Así, ha pedido que "si todavía hay alguien con un mínimo de sentido del estado y patriotismo" en el PSOE "tiene que cortar ya con esa deriva". También ha pedido "escuchar la voz de los líderes socialistas y comunistas de Madrid" para "conocer su postura en este asunto capital”.
Sobre la corrupción
La última parte de su intervención se ha dedicado a pedir una vez más "que los jueces aceleren todos los procesos en materia de corrupción" y ha asegurado que en el PP "somos los más interesados" en que se resuelvan las causas que implican a personas que han tenido altos cargos en el partido, en lo que parecía una clara referencia al caso Bárcenas.
Además, ha dicho a sus correligionarios que es "muy importante" que "todos nos esforcemos en esta limpieza absoluta", ya que “los ciudadanos están enfadados con razón y es muy difícil que distingan entre unos y otros”.