El Gobierno pide escuchar a todos. "A la gente que sale" pero también "a las mayorías silenciosas que se quedan en casa", en palabras de Soraya Sáenz de Santamaría. La vicepresidenta ofreció una primera reacción a la Diada recordando que el Ejecutivo ha de velar por las "libertades y opiniones" de todos, y no sólo de los catalanes que el miércoles clamaron por la secesión.
Por lo demás, la estrategia se mantiene. Mariano Rajoy quiere continuar con los contactos discretos para reconducir las relaciones, tal y como avanzó este diario. La propia Sáenz de Santamaría lo quiso dejar claro: "El Gobierno, dentro de la Constitución, habla y dialoga con todas las comunidades autónomas porque somos Gobierno en toda España".
El Ejecutivo espera que poco a poco se vuelva a lo importante: la economía. "El objetivo nacional de la gente que sale y de la gente que se queda en su casa es el de crear empleo y mejorar el bienestar", interpretó la vicepresidenta, que arropó a Ana Botella en un desayuno informativo en Madrid.
El presidente recuperó la comunicación con Artur Mas en un despacho fuera de agenda en la Moncloa hace pocas semanas. Desde entonces, tanto su gabinete como el PP han rebajado el tono para intentar que, tras la cadena humana, se puedan retomar las negociaciones. Para Rajoy, la línea roja es clara: el Gobierno no puede permitir el referéndum y, para evitarlo, está dispuesto a revisar el modelo de financiación.