Dos exsecretarios generales del PP juntos en los pasillos de la Audiencia Nacional. Francisco Álvarez Cascos y Javier Arenas se han encontrado este martes en la institución Judicial. Su encuentro se ha producido a la llegada del andaluz. Ambos esperaban a que finalizara la declaración de Cristobal Páez, sucesor de Bárcenas en la gerencia. Según testigos presenciales el encuentro ha sido amistoso, se han saludado y han entablado una charla mientras esperaban su turno.
El presidente de Foro Asturias y exsecretario general entre 1989 y 1999, Francisco Álvarez- Cascos, ha llegado andando a la Audiencia Nacional a las 11:05. A su entrada se encontró con decenas de afectados por las preferentes que, concentrados a la puerta de la Institución, le han increpado al grito de "ladrones, ladrones".
Un recibimiento parecido ha tenido el andaluz, exsecretario general entre 1999 y 2003, que a la entrada fue recibido con gritos de "¡Arenas a la trena!". A diferencia de su antecesor, el sevillano llegó en un coche oficial del que se bajó para entrar a pié en la Audiencia Nacional.
Las declaraciones de Francisco Álvarez – Cascos y Javier Arenas son las últimas del día. Antes de ellos han declarado Antonio Ortiz, cajero del PP, y el gerente Cristobal Páez al que, según Bárcenas, le "cedió" una carpeta en la que se encontraban todos los datos de la contabilidad B y los sobresueldos.
A diferencia de la declaración de Bárcenas, en esta ocasión, el juez Ruz ha requisado a los abogados y fiscales todos los móviles y tabletas con el fin de evitar filtraciones a la prensa.
Cascos y Arenas se sientan frente a Ruz para que el juez investigue si son ciertas las acusaciones de extesorero y exgerente, Luis Bárcenas, que les preguntará si sabían la existencia de una contabilidad B; si, como sostiene el extesorero, recibieron sobresueldos, si los declararon a la Hacienda Pública y si los siguieron cobrando una vez que eran ministros. El abogado de IU, Enrique de Santiago, integrado dentro de la acusación particular, ha asegurado que " espera que hoy se constate el incumplimiento de la ley de financiación"
La declaración de Arenas y Cascos es como testigos. Esta figura jurídica implica que acuden sin abogados y testifican bajo juramento, con lo cual tienen prohibido mentir.
"Él sabrá lo que tiene que hacer"
El nombre de Arenas, secretario general de 1999 a 2002, apareció en su extensa declaración en varias ocasiones, como cuando explicó que tras dejar su cargo de tesorero y liquidar esa supuesta caja B, entregó en marzo de 2010 a Arenas el "remanente" de 4.900 euros y éste le dijo: "Chico, cógelos, los metes en un sobre y se los dejas al presidente y él sabrá lo que tiene que hacer".
También le nombró, cuando relató el acuerdo al que llegó, "en presencia de Javier Arenas", con el actual presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y que supuestamente consistió en mantener un despacho en la sede del PP, su secretaria, un coche con conductor y que seguiría cobrando su sueldo "sine die" tras dejar su cargo de tesorero en 2009.
No obstante, sostuvo que Arenas nunca vio los papeles de la supuesta contabilidad B porque a esa documentación solo tuvieron acceso él y su antecesor en la Tesorería del PP, el también imputado Álvaro Lapuerta.
Por su parte, Álvarez-Cascos, secretario general entre 1989 y 1999, aparece en la contabilidad de Bárcenas como beneficiario de sobresueldos por un total de 412.390 euros, que habría seguido percibiendo durante su etapa de ministro de Fomento, lo que vulneraría la Ley de Incompatibilidades. También constan entregas suyas entre 1994 y 1996 por un total de 47 millones de pesetas, dinero que, según Bárcenas, "eso son personas que visitaban al señor Álvarez-Cascos".
Aunque el fiscal del caso, Antonio Romeral, solo apoyó la citación de Cospedal, Ruz consideró también "pertinentes" las testificales de Cascos y Arenas, ya que ambos fueron secretarios generales del PP "durante los distintos periodos a que se extiende la presunta contabilidad B y la realidad de los apuntes" de Bárcenas.
Por ello, y "a fin de no incurrir en incongruencia", acordó la declaración de los tres, ya que todos ellos "ostentaron la misma responsabilidad orgánica dentro del partido" y "pueden aportar datos relevantes para la investigación en curso" y explicar el procedimiento seguido para la recepción de donaciones "anónimas" en el PP entre 1992 y 2008.