El lehendakari, Iñigo Urkullu, y el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, mantuvieron este pasado miércoles, 10 de abril, en Madrid una reunión. Se trató de un encuentro que, al igual que los de los presidentes de Gobierno y Generalidad, tuvo carácter "discreto", según han confirmado a Europa Press fuentes del Ejecutivo vasco, que han eludido informar sobre el contenido del mismo.
La cita se celebra pocos días después de que el presidente del Gobierno de España se reuniera, también de manera secreta, con el presidente de la Generalitat catalana, Artur Mas. En aquel encuentro, el 30 de abril, Mas y Rajoy hablaron sobre la crisis económica, los recortes, así como los problemas de liquidez de la Generalitat, y otros temas como el déficit o la propuesta catalana de pacto fiscal.
La relación que mantienen Rajoy y Urkullu es más cordial que las de Más y el presidente del Gobierno, ya que comenzaron a fraguarse antes de que Urkullu accediera a Ajuria Enea e, incluso, de que Rajoy ganara las últimas elecciones generales.
El último encuentro oficial entre los dos se produjo el 30 de enero pasado, en el Palacio de la Moncloa, en lo que supuso la primera entrevista entre ambos como máximos representantes del Gobierno central y vasco. Un año antes, Urkullu, que todavía no era lehendakari, había mantenido una reunión con Rajoy ya en la Presidencia. En el encuentro mantenido este pasado mes de enero, ambos mandatarios charlaron sobre la situación económica y posibles soluciones para superar la crisis o la consolidación de la paz.
En esta ocasión, la cita con Rajoy se produce en pleno proceso negociador de los Presupuestos de la Comunidad autónoma vasca, y a escasos días de que concluya el plazo de presentación de enmiendas.
Ambos Gobiernos, a través de sus responsables de Economía y Hacienda, Ricardo Gatzagaetxebarria y Cristóbal Montoro, ya han abordado, en una reunión que se desarrolló en febrero, diversos asuntos de interés común. Entre ellos, destacaron la actualización del Concierto económico y la posibilidad de "saldar la diferencias que existen de años anteriores en las liquidaciones de los Cupos anuales, a pagar por la Comunidad Autónoma y por el Gobierno vasco al Estado, además de una hipotética relajación del objetivo de déficit.