Yolanda Barcina ha sido reelegida este domingo presidenta de UPN en el IX Congreso del partido con el 51,78 por ciento de los votos, frente al 47,27 por ciento que ha obtenido su rival, Alberto Catalán.
Tal y como informa Europa Press, sobre las 14.50 horas de este domingo se ha conocido que la actual presidenta regionalista y también presidenta del Gobierno foral ha logrado la mayoría de los votos de los afiliados en el Congreso revalidando así su liderazgo al frente del partido, si bien lo ha hecho por un estrecho margen: Barcina ha logrado 871 votos, frente a los 795 de Catalán.
Por su parte, Antonio Sola ha sido elegido vicepresidente del partido con el apoyo del 51,31 por ciento de los afiliados, mientras que Oscar Arizcuren ocupará la secretaría general al obtener el 50,65 por ciento de los votos. Ambos candidatos respaldaban la candidatura de Barcina.
Nuevo recuento y resultado final
La concejal de UPN en el Ayuntamiento de Pamplona María Caballero, que respaldaba la candidatura de Alberto Catalán, ha anunciado que ha presentado una reclamación formal para que se recuenten los votos emitidos en la elección de los cargos de la formación regionalista en el Congreso celebrado este domingo.
Caballero ha explicado, en declaraciones a los periodistas tras la clausura del IX Congreso de UPN de las que se hace eco Europa Press, que se han contabilizado "más votos que votantes" y que, además, "ha habido un momento al principio en el que se ha caído la máquina y ya había habido unos primeros votos".
Finalmente, se ha dado por definitivo el resultado de su IX Congreso después de que en el nuevo recuento efectuado una vez registrada la reclamación de los afiliados, los miembros de la Mesa hayan detectado un desfase de seis votos, una cifra que no afecta al resultado final de las votaciones, por lo que los cargos elegidos en el Congreso se han dado por definitivos.
Este desfase en los votos se ha producido debido a los problemas técnicos que se han detectado en el momento del inicio de las votaciones por parte de los afiliados, que han ocasionado cierta confusión y que ha llevado a enumerar las mesas por orden alfabético según los apellidos.